Isabel de Portugal

Consorte hispánica y emperatriz consorte del Sacro Imperio Romano Germánico (1525-1539)

Isabel de Portugal (Lisboa, 24 de octubre de 1503-Toledo,1 de mayo de 1539​)[1]​ fue la esposa del rey Carlos I de España, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, y por ello emperatriz y reina consorte desde su matrimonio el 10 de marzo de 1526 hasta su muerte en 1539. Ejerció la regencia de Castilla y de Aragón debido a los constantes viajes de su marido por Europa.[2]

Isabel de Portugal
Emperatriz consorte del Sacro Imperio Romano Germánico, reina consorte de España, Nápoles, Sicilia y Cerdeña, duquesa titular consorte de Borgoña, señora de Albacete

Retrato de Isabel de Portugal por Tiziano (1548), Museo del Prado, Madrid
Emperatriz consorte del Sacro Imperio Romano Germánico
11 de marzo de 1526 – 1 de mayo de 1539
Predecesor Blanca María Sforza
Sucesor María de Austria y Portugal
Reina consorte de España
Título de nueva creación
11 de marzo de 1526 – 1 de mayo de 1539
Predecesor
Sucesor María I de Inglaterra
Información personal
Otros títulos Infanta de Portugal
Nacimiento 24 de octubre de 1503
Lisboa, Portugal
Fallecimiento 1 de mayo de 1539
(35 años)
Palacio de Fuensalida,
Toledo, Castilla
Sepultura Cripta Real del Monasterio de El Escorial
Familia
Casa real Casa de Avís
Padre Manuel I de Portugal
Madre María de Aragón
Cónyuge Carlos I de España
Hijos Véase Descendencia

Firma Firma de Isabel de Portugal

Biografía

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Isabel de Portugal era la segunda hija del rey Manuel I de Portugal y de su segunda esposa, María de Aragón, siendo por tanto infanta de Portugal por nacimiento. Recibió el nombre de su abuela materna, Isabel I de Castilla, y de su tía materna, Isabel de Aragón (1470-1498), que había sido la primera esposa de su padre.[3]​ A lo largo de su vida, muchos la compararían con su abuela Isabel I de Castilla por su carácter y su determinación en la política. Fue la segunda en la línea sucesoria al trono hasta el nacimiento de su hermano Luis en 1506, y a través de su madre era nieta de los Reyes Católicos, por lo tanto prima hermana de Carlos V. Como hija mayor era la candidata a casarse con su primo hermano Carlos, hijo de la hermana de María, Juana I de Castilla, y de su marido Felipe, duque de Borgoña. En la línea genealógica de su padre, era nieta del infante Fernando, duque de Viseu (segundo hijo del rey Eduardo de Portugal y hermano del rey Alfonso V de Portugal), y de Beatriz de Portugal, hija de Juan de Portugal (hermano del rey Eduardo).

Fue educada bajo la supervisión de su institutriz Elvira de Mendoza. Estudió matemáticas, textos de los clásicos del Renacimiento, las lenguas latina, española y francesa (su idioma materno era el portugués), etiqueta y doctrina cristiana. Isabel de Portugal y sus hermanos eran castigados por su madre, cuando lo merecían, sin perdonar a ninguno. A los 14 años murió su madre y ella y su hermana Beatriz heredaron sus propiedades, además de las rentas de Viseu y Torres Vedras.

Matrimonio

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Su matrimonio traería consigo una fuerte alianza entre España y Portugal, de acuerdo con los deseos de sus abuelos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón. Facilitaría además la continuación de la exploración de los océanos sin incurrir en enfrentamientos, ya que Portugal era la única potencia naval que podía desafiar la supremacía de España en el océano Atlántico. Como Carlos era soberano de múltiples reinos, era necesario que Portugal, el reino más rico de la Cristiandad y la única potencia naval que podría cuestionar la supremacía de Castilla en el Atlántico, cayera bajo la órbita de España y no de Francia, como había ocurrido en la [guerra de sucesión castellana]]. El consentimiento portugués había permitido que Castilla cimentase su posición en las Canarias y sobre territorios del Reino de Fez y su apoyo era necesario para combatir a los infieles en Berbería. En conclusión, la alianza con Portugal era garantía de paz y estabilidad. Además, como se había criado en Borgoña, los nobles y súbditos españoles al parecer insistieron en que se casara con una princesa de la península ibérica.[4]

Sin embargo, Carlos, de 18 años, no tenía prisa por casarse y, en su lugar, envió a su hermana Leonor de Austria en 1518 a casarse con el padre viudo de Isabel de Portugal. Los consejeros flamencos de Carlos, especialmente Guillermo de Croÿ, le convencieron más tarde de que relegara la alianza portuguesa a un segundo plano y la sustituyera por una alianza con Inglaterra. En 1521, Carlos se comprometió con su otra prima hermana, María Tudor, hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón, que era 16 años más joven que él y todavía una niña. Su compromiso pretendía deshacer una alianza entre Inglaterra y Francia articulada por el ambicioso cardenal Thomas Wolsey basada en el matrimonio entre María Tudor y el Delfín.

Muchos en Portugal se tomaron el rechazo de su infanta como una ofensa, pero Isabel seguía decidida a casarse con su poderoso primo o, de lo contrario, ingresar en un convento.[5]

En 1525, Carlos ya no estaba interesado en una alianza con Inglaterra y no podía esperar más a que María se hiciera mayor porque estaba decidido a tener hijos legítimos. Se canceló su compromiso, se abandonó la alianza con Inglaterra y buscó finalmente casarse con Isabel. Tenía muchas más ventajas: estaba más cerca de él en edad, sólo era 3 años menor que él, hablaba español con fluidez y le ofreció una dote de 900.000 cruzados portugueses o doblas castellanas, que era más que suficiente para resolver muchos de sus problemas financieros provocados por la Guerra de Italia de 1521-26. Carlos no perdió tiempo en conseguir una dispensa papal para los primos hermanos y se formalizó el contrato matrimonial para una alianza con Portugal: Isabel se casaría con él y su hermano, el rey Juan III de Portugal, con la hermana menor de Carlos, Catalina de Austria. Carlos pretendía casarse y luego dejar a su futura esposa como regente para gobernar España mientras él iba a Europa Central a ocuparse de los problemas políticos y religiosos de la zona.[6]

En enero de 1526, Isabel viajó a España. A su llegada, se encontró con el duque de Calabria, el arzobispo de Toledo y el duque de Béjar en la frontera hispano-portuguesa. Ellos la escoltaron hasta Sevilla, donde esperaría a Carlos durante una semana. Al final, su boda se celebró al día siguiente, pasada la medianoche del 11 de marzo, en el Real Alcázar de Sevilla.[7][8]​ Aunque su matrimonio fue un acuerdo político, Isabel cautivó a Carlos, que se quedó con ella más tiempo del previsto. Pasaron varios meses de luna de miel en la Alhambra de Granada, donde él encargó las semillas de una flor persa que nunca antes se había visto en España. Las semillas crecieron hasta convertirse en el clavel rojo, que le encantó. Entonces ordenó que se plantarán miles más en su honor, estableciendo el clavel rojo como emblema floral de España. A pesar del afecto mutuo que se profesaban, su matrimonio no fue fácil. Su primera ausencia duró de 1529 a abril de 1533. Permaneció en España dos años, para volver a partir en diciembre de 1536. Aunque regresó brevemente en 1538, se marchó casi inmediatamente, volviendo en noviembre de 1539. Según lo acordado por los nobles, sus hijos se criaron en España. Ella supervisó su educación y les enseñó portugués. Escribía a su marido con regularidad, pero a menudo pasaba meses sin recibir cartas. Tal y como Carlos había planeado, nombró a Isabel regente de España durante su ausencia de la península para que dirigiera sus campañas militares y atendiera la administración de sus otros reinos entre 1529-33 y 1537-39.[9]​ Asistió a las reuniones de los consejos de gobierno y consultó a los ministros. Con el paso del tiempo, adoptó un papel más activo en el proceso de elaboración de políticas, sugiriendo sus propias soluciones en lugar de limitarse a aceptar recomendaciones. Su marido consideraba sus deliberaciones "muy prudentes y bien pensadas".

Muerte y sepultura

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Durante varios años, Isabel y la corte viajaron de ciudad en ciudad, en parte para evitar la exposición a epidemias. Se especula con que padecía tisis, y un contemporáneo la describe así:

"La emperatriz es la mayor lástima del mundo, está tan delgada que no parece una persona".

En 1539 se quedó embarazada por séptima vez, pero en el tercer mes contrajo otra fiebre que le causó complicaciones prenatales y dio a luz a un niño muerto. Murió dos semanas después, el 1 de mayo de 1539, a la edad de 35 años, sin la presencia de su marido.[10]

Dirigió la comitiva fúnebre Francisco de Borja, duque de Gandía y caballerizo de la emperatriz. A la llegada a Granada, donde se debía depositar el cadáver, al pedir a los monteros de Espinosa abrir el ataúd para dar fe del hecho al entregarlo a los monjes que debían sepultarla, y al verla en descomposición avanzada por los días de marcha y el calor de la primavera no pudo reconocerla y, al parecer, estaba tan horrorizado por lo que la muerte había hecho con su belleza tras esto al contemplar el descompuesto cuerpo de Isabel, Borja, entre lágrimas, pronunció la célebre frase:

No puedo jurar que esta sea la emperatriz, pero sí juro que es su cadáver el que aquí ponemos... juro también no más servir a señor que se me pueda morir.

Decidió optar por la vida religiosa más tarde al enviudar de Leonor de Castro, dama portuguesa y amiga íntima de la emperatriz, ingresando en la Compañía de Jesús.

Carlos quedó tan desconsolado por su muerte que se encerró en el monasterio de Santa María de la Sisla durante dos meses, rezando y llorándola en soledad. Nunca se recuperó de su muerte y vistió de negro el resto de su vida para mostrar su luto. Nunca volvió a casarse, aunque tuvo una aventura mucho después de la muerte de ella que dio lugar al nacimiento de un hijo ilegítimo, Juan de Austria. Carlos I murió viudo en 1558, con la misma cruz en la mano que llevaba ella al morir.

En 1574, el cuerpo de Isabel fue trasladado por su hijo el rey Felipe II desde Granada al Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, donde fue enterrada en una pequeña bóveda junto a su marido, directamente debajo del altar de la Capilla Real.[1]​ Esto se hizo de acuerdo con su última voluntad y testamento, en el que un codicilo ordenaba el establecimiento de una nueva fundación religiosa en la que la pareja volvería a ser enterrada junta, "medio cuerpo bajo el altar y medio bajo los pies del sacerdote". Permanecieron en la Capilla Real mientras se construían la Basílica del Monasterio y la Cripta Real. En 1654, después de terminadas las obras, los restos de la pareja fueron trasladados al Panteón Real de los Reyes, que se encuentra directamente debajo de la Basílica. En un lado de la Basílica hay efigies de bronce de Carlos e Isabel, con efigies de su hija María de Austria y las hermanas de Carlos, Leonor de Austria y María de Hungría, detrás de ellos. Justo al lado, en el lado opuesto de la basílica, están las efigies de su hijo con tres de sus esposas y su malogrado nieto Carlos, Príncipe de Asturias.[6]

Descendencia[11]

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Nombre Retrato Vida Notas
Felipe II
 
21 de mayo de 1527 –

13 de septiembre de 1598

Único hijo superviviente, sucesor de su padre en la corona española. Como nieto de Manuel I de Portugal, Felipe reclamó el trono portugués tras la muerte de Enrique, el Cardenal-Rey en 1580, estableciendo la Unión Ibérica.
María
 
21 de junio de 1528 –

26 de febrero de 1603

Se casó con su primo Maximiliano II de Habsburgo, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
Fernando
 
Escudo grande de Carlos I, rey de España, Carlos V como Emperador Romano Germánico. (1530-1556)
22 de noviembre de 1529 –

13 de julio de 1530

Muerto en la infancia
Hijo 29 de junio de 1534 Nacido muerto
Juana
 
26 de junio de 1535 –

7 de septiembre de 1573

Se casa con su primo hermano Juan Manuel de Portugal, Príncipe de Portugal en 1552, infante heredero de Portugal.
Juan 19 de octubre de 1537 –

20 de marzo de 1538

Murió en la infancia
Hijo 21 de abril de 1539 Abortado y nacido muerto

Ancestros

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Sucesión

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Predecesor:
Felipe de Borgoña
(Rey consorte de Castilla)
Predecesora:
Germana de Foix
(Reina consorte de Aragón y de Navarra)
 
Reina consorte de España

1526 - 1539
Sucesora:
María I de Inglaterra
Predecesora:
Blanca María Sforza
Emperatriz consorte del Sacro Imperio Romano Germánico
1530 - 1539
Sucesora:
María de Austria y Portugal
Predecesora:
Blanca María Sforza
Reina consorte de Alemania
1526 - 1531
Sucesora:
Ana de Bohemia y Hungría

Premios y reconocimientos

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En memoria de Isabel de Portugal, Carlos I encargó varios homenajes a través del arte y la música, comenzando en 1540, cuando encargó al compositor flamenco Thomas Crecquillon que compusiera nueva música en honor de la emperatriz. Crecquillon compuso su Missa Mort m'a privé como un memorial para ella, que expresa el dolor de su marido y su deseo de una reunión celestial con su amada esposa.[12]

Otro tributo musical a ella es Carole cur defles Isabellam que fue compuesta en 1545 por el compositor franco-flamenco Nicolas Payen.

En 1543, Carlos I encargó a su pintor favorito, Tiziano Vecelli, que pintara retratos póstumos de Isabel tomando como modelo otros anteriores de ella. Tiziano pintó varios retratos de ella, entre ellos su Retrato de la emperatriz Isabel de Portugal y La Gloria.[13]​ Más tarde pintó un retrato doble de la pareja imperial junta, del que existe una copia de Pedro Pablo Rubens. Carlos llevaba consigo estos retratos siempre que viajaba y después de retirarse al monasterio de Yuste en 1555.[14]

Isabel de Portugal es retratada también por Blanca Suárez en la serie de TVE Carlos, Rey Emperador.

Véase también

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Referencias

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  1. a b «Isabel (D.).». Portugal - Dicionário Histórico, Corográfico, Heráldico, Biográfico, Bibliográfico, Numismático e Artístico (en portugués) III. p. 1007. Consultado el 1 de noviembre de 2011. 
  2. «Jansen, S. (2002). The Monstrous Regiment of Women: Female Rulers in Early Modern Europe». 
  3. «D. Isabel - Portugal, Dicionário Histórico». www.arqnet.pt. Consultado el 3 de abril de 2023. 
  4. Tracy, James D. (2002). Emperor Charles V, impresario of war : campaign strategy, international finance, and domestic politics. Cambridge University Press. ISBN 0-521-81431-6. OCLC 49383517. Consultado el 2 de abril de 2023. 
  5. Alvar Ezquerra, Alfredo (2012). La emperatriz : Isabel y Carlos V : amor y gobierno en la corte española del Renacimiento (1503-1539) (Primera edición edición). ISBN 978-84-9970-276-6. OCLC 810120585. Consultado el 4 de abril de 2023. 
  6. a b ««Linaje, afectos y majestad en la construcción de la imagen de la emperatriz Isabel de Portugal»». web.archive.org. 9 de abril de 2010. Archivado desde el original el 9 de abril de 2010. Consultado el 3 de abril de 2023. 
  7. MacQuarrie, Kim (2007). The last days of the Incas. Simon & Schuster. ISBN 978-1-4165-3935-3. OCLC 608375304. Consultado el 2 de abril de 2023. 
  8. Ford, Richard (1845). A Hand-Book for Travellers in Spain, and Readers at Home, Volume 1 : Describing the Country and Cities, the Natives and their Manners. ISBN 978-1-139-09614-0. OCLC 967362123. Consultado el 2 de abril de 2023. 
  9. Titos, Francisco Jimenez (27 de mayo de 2000). «El flechazo de Carlos V». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 3 de abril de 2023. 
  10. Parker, Geoffrey (2014). Imprudent king: a new life of Philip II. ISBN 978-0-300-21044-6. OCLC 893438586. Consultado el 2 de abril de 2023. 
  11. Campo, Carlos Robles do (2005). «Los infantes de España en los siglos XVI y XVII». Anales de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía (9): 383-414. ISSN 1133-1240. Consultado el 21 de agosto de 2019. 
  12. «Thomas Crecquillon: Missa ‘Mort m’a privé’, motets and chansons». The Brabant Ensemble (en inglés estadounidense). Consultado el 2 de abril de 2023. 
  13. «The Glory - The Collection - Museo Nacional del Prado». www.museodelprado.es. Consultado el 2 de abril de 2023. 
  14. «Empress Isabella of Portugal - The Collection - Museo Nacional del Prado». www.museodelprado.es. Consultado el 2 de abril de 2023. 

Bibliografía adicional

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Enlaces externos

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