Layo

Personaje de la mitología griega

En la mitología griega, el rey Layo (en griego antiguo Λάϊος, Láïos, «zurdo» o «del pueblo»)[1]​ de Tebas era un héroe divino y un personaje clave en el mito de la fundación de Tebas.

La muerte de Layo, pintura de Joseph Blanc (1867).

Layo era hijo de Lábdaco[2]​ y fue el padre, por una hija de Meneceo, a la que algunos llaman Yocasta y otros Epicasta, de Edipo.[3]​ No obstante Epiménides dice que Layo desposó a Euriclea, la hija de Ecfante y que Edipo fue hijo de ella.[4]​ Y otros más dicen que Esfinge era una hija iilegítima de Layo y que el propio Layo tuvo más hijos innominados concebidos por concubinas.[5]

Orígenes

editar

Layo fue criado por el regente Lico, después de la muerte de su padre. Cuando se hizo mayor intentó ocupar el trono, pero sus primos segundos, Anfión y Zeto, usurparon el poder. Layo fue expulsado de Tebas y el rey Pélope de Pisa, un reino vecino, le dio asilo.

Pélope le confió a su hijo Crisipo y le pidió que le enseñase el arte de conducir caballos. Layo quedó prendado del joven y un día lo raptó y violó. Según una versión, Crisipo se suicidó por la vergüenza infligida; según otra, Hipodamía, su madre, mandó a sus medio-hermanos que lo asesinaran. Al darse cuenta de lo ocurrido, Pélope arrojó sobre Layo la maldición de Apolo, por la cual declara que tu estirpe se exterminará a sí misma. En Grecia, luego se conoció como el "Crimen de Layo".

Sea como fuere se dice que Layo, cuando raptó a Crisipo, fue el primero en amar a un joven noble. Y por esta razón a los tebanos les pareció hermoso amar a quienes estaban en la flor de la edad.[6]

Rey de Tebas

editar

Después de la muerte de Anfión, Layo se convirtió en rey de Tebas y tomó como esposa a otra descendiente del linaje de Cadmo y Harmonía, Yocasta. Durante años intentaron tener hijos, sin conseguirlo. Layo fue al oráculo de Delfos pidiendo una solución. La respuesta del oráculo no le satisfizo: «Tu hijo matará a su padre y se acostará con su madre». Layo, prudente, guardó el secreto y no lo reveló a su mujer. Una noche, bajo los efectos de la bebida yació con su mujer, y engendró a Edipo. Para que no se cumpliera la profecía, Layo abandonó a Edipo para que muriera. Pero Edipo llegó a manos de los reyes Pólibo y Peribea (en algunos textos lleva el nombre de Mérope) de Corinto.

Muerte

editar

Años más tarde, Layo, cuando iba en un carro camino al Oráculo de Delfos, se cruzó con Edipo; el conductor le exigió de mala manera a Edipo que se quitara de en medio, a lo que este se negó.[7]​ En la pelea, Layo salió del carruaje y su hijo le dio muerte, cumpliéndose el vaticinio del oráculo.


Predecesor:
Anfión y Zeto
Reyes de Tebas
Sucesor:
Creonte

Otros personajes homónimos

editar

Lleva también el nombre de Layo, en la mitología griega, uno de los cuatro jóvenes cretenses, llamados Céleo, Layo, Cerbero y Egolio, que intentaron robar la miel de la gruta sagrada donde nació Zeus, ubicada en el monte Ida. Zeus los transformó a todos en aves.[8]

Fuentes

editar

Bibliografía

editar
  • Bettini, Maurizio y Giulio Guidorizzi (2008): El mito de Edipo. Imágenes y relatos de Grecia a nuestros días, tr. M. A. Castiñeiros González, Móstoles: Akal, ISBN 978-84-460-2430-9.
  • Ruipérez, Martín S. (2006): El mito de Edipo. Lingüística, psicoanálisis y folklore, Madrid: Alianza, ISBN 84-206-6016-7.

Referencias

editar
  1. Guidorizii (2008: 38 n.10) deriva el nombre del gr. λαός, «pueblo» y rechaza la conexión con el adjetivo λαιός, «zurdo», que defiende, en cambio, Ruipérez (2006: 77-84).
  2. Pseudo-Apolodoro: Biblioteca mitológica III 5, 5
  3. Biblioteca mitológica III 5, 7
  4. Escolio a Eurípides, Las fenicias 13
  5. Pausanias: Descripción de Grecia, IX 26, 2
  6. Eliano: Historias curiosas XIII, 5
  7. Según Ruipérez (2006: 83), «Layo, como zurdo que era, pretendía pasar por su izquierda, que era la derecha de Edipo».
  8. Antonino Liberal, Metamorfosis XIX,2.

Enlaces externos

editar