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Derechos y locura en salud mental

Este documento resume y analiza el libro "Por el derecho a la locura". El libro presenta experiencias de personas diagnosticadas con enfermedades mentales y sometidas a tratamientos forzados como la internación y electroshock. Relata la lucha de movimientos sociales como "Mad Pride" por los derechos de las personas con problemas de salud mental. Estos movimientos promueven alternativas comunitarias al modelo psiquiátrico y reivindican la locura como forma válida de expresión. El documento también analiza el contexto histórico y legal

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Derechos y locura en salud mental

Este documento resume y analiza el libro "Por el derecho a la locura". El libro presenta experiencias de personas diagnosticadas con enfermedades mentales y sometidas a tratamientos forzados como la internación y electroshock. Relata la lucha de movimientos sociales como "Mad Pride" por los derechos de las personas con problemas de salud mental. Estos movimientos promueven alternativas comunitarias al modelo psiquiátrico y reivindican la locura como forma válida de expresión. El documento también analiza el contexto histórico y legal

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ANALISIS DEL LIBRO: POR EL DERECHO A LA LOCURA

ALUMNA: YULIANA SURCA CEBEDON

Este libro presenta el relato vivencial para representar la experiencia, los dolores, las
formas de ser, las críticas y los rechazos que se dan frente a la patologización,
medicalización, la internación forzada y la tortura del electroshock que reciben millones
de personas en nombre de la salud mental, personas que son consideradas Locas. Según
la organización Mundial de la salud, la salud mental se define como: “un estado de
bienestar”; La salud como globalidad sería, por tanto, “un estado de completo bienestar
físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad”. Según esta
Organización, para fomentar y proteger los derechos humanos de las personas con
enfermedad mental se pueden realizar las siguientes acciones:
• Cambiar las actitudes y aumentar la concienciación. Los agentes relacionados
con la salud mental deberían unir sus fuerzas para educar a la población y cambiar
sus actitudes hacia las enfermedades mentales.
• Mejorar los derechos humanos en los servicios de salud mental. Se deben crear
mecanismos de vigilancia de los derechos humanos para proteger a los pacientes
del trato inhumano y degradante, de las malas condiciones de vida y de los ingresos
y tratamiento involuntarios inapropiados y arbitrarios. Los pacientes también deben
tener acceso a mecanismos de reclamación en caso de violación de sus derechos
humanos.
• Dando poder efectivo a los usuarios de los servicios de salud mental y a sus
familiares. Es necesario apoyar la creación o fortalecimiento de las organizaciones
de usuarios de los servicios de salud mental y de sus familiares ya que tienen una
función esencial en el diseño y aplicación de las políticas, planes, leyes y servicios.
• Sustituyendo las instituciones psiquiátricas por la atención en la comunidad.
Teniendo como referencia el Modelo Comunitario en salud mental.
• Aumentando la inversión en salud mental. Es necesario dedicar mayor
presupuesto sanitario a la salud mental, formar a más profesionales y potenciar la
investigación.
• Adoptando políticas, leyes y servicios que fomenten los derechos humanos y el
empoderamiento en salud mental

Es así que hablar de la locura y pensarla como un derecho, se ve como una idea muy
extraña. Sin embargo el término de locura posee un alto desarrollo social y cultural. A
principios de los años noventa nace en Canadá el movimiento social “Mad pride”
(orgullo loco) que es una expresión Política, formada por ex pacientes o sobrevivientes
de la psiquiatría que tuvo su origen en EEUU. El movimiento Orgullo loco reivindica el
derecho a ser diferente y valora como algo distintivo y positivo el hecho de ser, estar y
volverse loco o loca y también hace un llamado a los estados a tomar acción sobre este
gran problema tomando como inicio la prevención, Siguiendo a Alicia Stolkiner (1988),
la prevención en salud mental es aquella que se dirige al desanudamiento de situaciones
sociales problema, cuyas acciones se orientan a facilitar procesos donde se enuncian
conflictos y se develan problemas a elaborar. Su objetivo es que los sujetos puedan
operar en la transformación de situaciones generadoras de malestar. En la actualidad,
resulta imprescindible la participación activa de la comunidad en prácticas y políticas de
salud que afectan a los primeros niveles de atención y, específicamente, en lo referente a
promoción en salud mental (Galende, 1997)

Gracias a este legado, la celebración del día del Orgullo loco se ha hecho extensivo en
América latina con la finalidad de dar a conocer su lucha en todo el continente.
De esta manera estas novedosas formas de movilización social y organización
comunitaria han generado nuevas condiciones bajos las cuales la salud mental ha
expresado continuidades y rupturas de lo institucional hacia lo participativo en
Latinoamérica.
Estas luchas sociales que se centran en la defensa de derechos en salud mental han
permitido una gran superación ayudando a cambiar la forma de pensar, teniendo al
estado como promotor de transformación de la salud mental ya que en salud mental
según Galende, 1990, la inclusión de prácticas y conceptos relacionados a la promoción
es aún incipiente. El campo de prácticas en salud mental ha respondido históricamente
al modelo manicomial Es recién hacia mediados del siglo XX que el desarrollo de
políticas en salud mental propone una apertura de los sistemas de atención con
incorporación de acciones de prevención y promoción.
Según la Organización Mundial de la Salud: Las actividades de promoción de salud
mental implican la creación de condiciones individuales, sociales y ambientales que
permitan el óptimo desarrollo psicológico y psicofisiológico. Dichas iniciativas
involucran a individuos en el proceso de lograr una salud mental positiva, mejorar la
calidad de vida y reducir la diferencia en expectativa de salud entre países y grupos. Es
un proceso habilitador que se realiza con y para las personas. La prevención de los
trastornos mentales puede ser considerada como uno de los objetivos y resultados de
una estrategia más amplia de promoción de salud mental (Hosman & Jané-Llopis, 1999,
p. 31).
En este contexto, los nuevos movimientos sociales ayudan a tener una cultura política
diferente que permite engrandecer la información que se tiene en el campo de la salud
mental, más allá de los intereses del estado y el mercado farmacológico como
instituciones dominantes en el campo de la salud mental en América latina, ya que a
través de actividades comunitarias que promocionan el desarrollo de capacidades
creativas colectivas, se abre la posibilidad de generar nuevas respuestas a las
problemáticas existentes, propiciando el desarrollo de configuraciones creativas en la
comunidad: huellas de acción o matrices desde donde poder abordar nuevas situaciones
(Bang, 2013a).
A pesar de los pequeños cambios que se han podido lograr con respecto a la importancia
de la Salud Mental, estos colectivos aún tienen un largo camino por recorrer para que
estas locas ideas puedan impactar en las instituciones públicas y espacios universitarios,
así como incluirse en la sociedad y en las relaciones cotidianas. Aun así en América
latina se han comenzado a manifestar que la locura es una forma valida de expresión,
aunque saben que algunas personas se sientan ofendidas con el uso del término loca.
Asimismo el movimiento loco también ha pedido a los profesionales en salud mental,
que no sean cómplices, ya que durante mucho tiempo han antepuesto sus intereses
gremiales por sobre las propuestas de cambio que surgen desde las comunidades. Es así
que por primera vez los profesionales de la salud mental pueden sentirse parte de la
transformación social y fomentar la importancia de aumentar la capacidad de decisión
de las personas usuarias de servicios de salud mental para exigir información, colaborar
activamente en la elaboración de su diagnóstico y elegir su plan de tratamiento, son
acciones relevantes para superar los desequilibrios de poder en el campo de la salud
mental en nuestra región y así evitar la subjetividad.

EL libro también nos detalla la realidad de varios países como Nicaragua que a pesar de
tener una Ley de Protección de los Derechos Humanos de las Personas con
Enfermedades Mentales, esta presenta una gran deficiencia con respecto a que si alguna
persona que presenta alguna enfermedad mental se rehúsa a recibir tratamiento, sus
familiares pueden acudir a las autoridades y obligar al paciente a seguir el tratamiento
dispuesto. Asimismo nos presenta entre varios testimonios el de una mujer que sufrió
varias crisis de Bipolaridad y cuál fue su experiencia durante el tratamiento de su
enfermedad mental, a raíz de esto ella opta por abrir un blog colectivo en el que relata
su historia, el sufrimiento psíquico y sus diferentes perspectivas relacionadas con el
tema de la salud mental, asimismo que lo que desea para las personas que experimentan
sufrimiento emocional y psíquico en Nicaragua, es una sociedad que presente todo el
abanico de opciones de apoyo, tratamiento y experiencia posibles para que las personas
en estado de angustia tengan la libertad de escoger cual es el apoyo que necesitan y el
tratamiento que desean.
Dentro de los aspectos que más me llamo la atención es que ella nos dice que para
concebir la Identidad de la Locura en Latino América debemos pensar en lo que nos une
como región, pero principalmente lo que nos diferencia como pueblos, porque es ahí
donde reside la clave para poder recibir y extender el respeto a la locura de cada nación
y propone los siguientes valores que podrían ser considerados como parte de la
identidad Latinoamericana de la Locura:
• Respeto a la diversidad
• Apoyo basado en juicios Dualísticos
• Conciencia de las heridas que tiene Latinoamérica desde la colonización.
• Creatividad para dar un significado a todas las experiencias e sufrimiento
psíquico
• Comunidad radical que incluye
• Humildad para mantener el ego colectivo

De esta forma el libro nos muestra muchas más experiencias de personas de distintos
países de Latinoamérica, las cuales dieron origen a distintos Colectivos es así que
muchas de las personas que integran los colectivos son expertos y expertas por
experiencia, es decir, poseen diversos conocimientos respecto a sus vivencias
emocionales y entienden que la psiquiatría, como poder de control y normalización de
las vidas de personas, no es la única alternativa para tratar los malestares subjetivos. Es
por ello que han decidido reunirse en espacios de organización y apoyo mutuo
conformados solamente por personas que poseen la experiencia en los dispositivos de
salud mental, deslindándose así de los y las psiquiatras, psicólogos y profesionales de la
salud occidental que entienden sus problemas por diversas razones desde el paradigma
biomédico, cuyo rol ha sido la promoción del capacitismo y la estigmatización de la
persona loca.

Afirmar que la Locura es un derecho es una idea que seguirá sonando extraña en la
realidad latinoamericana, espero que cada vez menos. Sabemos que los poderes
dominantes son muy fuertes. La alianza de la psiquiatría biológica y la industria
farmacéutica representa un poder enorme a nivel global. Pero el movimiento que se está
construyendo espera revertir este proceso al proporcionar a las personas que han vivido
experiencias de abuso psiquiátrico, diversas formas de reconocimiento social y
organización colectiva. De esta manera se está ayudando a iniciar un proceso de
valoración de su identidad y recuperación de su dignidad. En el siglo XXI, nuevamente
la voz de américa latina se escucha en todo el mundo: sin locos ni locas no hay
revolución.
BIBLIOGRAFIA

Stolkiner A. (abril, 1988). Prevención en salud mental: Normativización o


desanudamiento de situaciones problema. Ponencia presentada en el IV Congreso
Metropolitano de Psicología. Buenos Aires, Argentina.

FEAFES EXTREMADORO. (2000). GUIA LA SALUD MENTAL: UN ESTADO DE


BIENESTAR. 2000, de FEAFES EXTREMADORO Sitio web:
https://consaludmental.org/publicaciones/LasaludmentalEstadoBienestar.pdf

Galende, E. (1997). Situación actual de la Salud Mental en Argentina. Revista salud,


problema y debate, 17, 10-15.
Galende, E. (1990). Psicoanálisis y salud mental. Crítica de la razón psiquiátrica.
Buenos Aires: Editorial Paidós.

Hosman, C. & Jané-Llopis, E. (1999). Retos políticos 2: Salud mental. En ECSC-EC-


EAEC (Ed.), Unión Internacional para la promoción de salud y educación. La evidencia
de la efectividad de la promoción de la salud: Forjando la salud pública en una nueva
Europa (pp. 29-41). Bruselas: ECSC-EC-EAEC.

Bang, C. (2013a) Arte y juego en prácticas comunitarias de promoción de salud mental:


Cuando la creatividad da respuestas. Revista Argentina de Psicología, 51, 1-10.

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