“Culpando a Dios”
“Mira, sólo esto he hallado: que Dios hizo rectos a los hombres, pero ellos se buscaron
muchas artimañas” (Eclesiastés 7:29)
“Y el hombre respondió: La mujer que tú me diste por compañera me dio del árbol, y
yo comí” (Génesis 3:12)
En una ocasión, cierta madre de familia decía a su hijo más pequeño que no jugara con la
escoba dentro de la sala de la casa, porque podría quebrar algún objeto valioso de la casa.
Pero el niño, sin hacer caso alguno a esa advertencia, siguió jugando, cuando de repente, la
escoba se le cayó en un reconocimiento de barro que le habían entregado a su padre en el
lugar donde trabaja. El reconocimiento se quebró en varios pedazos. Este reconocimiento
tenía un gran valor sentimental a aquel padre, porque era el reconocimiento de su grande
esfuerzo empeñado por varios años al servicio de la institución al que trabajaba. Grande
fue el dolor de aquel padre por la pérdida de aquel producto, que sin dudarlo dos veces,
castigó a su hijo de no ver televisión por espacio de 15 días. Toda advertencia, no
obedecida suele terminarse con un castigo de pequeño o grandes proporciones para aquel
que ha infringido una orden o advertencia dada.
¿De qué cosas culpa el hombre a Dios?
a) De la inmoralidad, desdichas que vive a diario
b) De su enfermedad, del adulterio, fornicación
c) Del calentamiento global, sequía, injusticia
d) Del fracaso en su matrimonio, odio, maldad
e) Del fracaso que sufre en el trabajo, racismo
f) De la falta de una vivienda de calidad
g) Del bajo sueldo que obtiene al fin de mes
h) De la muerte de sus hijos prematuramente
i) Del fracaso en su estudio, de las pandillas
j) Del fracaso en su vida familiar, discriminación
k) De la homosexualidad, de enfermedades venéreas
l) De la violencia incontrolable, terrorismo,
m) De la maldad multiplicada día a día, guerras
n) De la pobreza en que viven y desastres naturales
o) De de otros males que le acontecen al hombre en todos los tiempos.
Ideas claves de los pasajes: Dios creó al hombre perfectamente, el hombre buscó el
pecado, el pecado del hombre contrajo todo tipo de maldad en su vida personal, familiar y
social.
Las consecuencias del pecado de los padres: El error del pecador, hace sufrir a su familia,
hijos, nietos, bisnietos y todas sus generaciones, hasta la cuarta generación: “No te harás
ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las
aguas debajo de la tierra. No los adorarás ni los servirás; porque yo, el Señor tu Dios, soy
Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que me aborrecen, y muestro misericordia a millares, a los que me aman
y guardan mis mandamientos” (Exodo 20:4-6)
Los descendientes de Adán han buscado un inmenso número de invenciones para encontrar
felicidad en el mundo, sin Dios han demostrado sólo tantas variaciones de impiedad e
iniquidad.
I. Dios creó al hombre perfectamente a su semejanza:
a) Dios creó el hombre sin defecto y con señorío sobre la creación, Gen_1:26 y Gen_5:1
b) Dios creó al hombre y a la mujer como una pareja de vida y de ayuda, Gen_1:27.
II. El pecado de la humanidad alteró la naturaleza de la creación de Dios:
1. La humanidad dejó seducirse de la codicia del fruto, Gen_3:6
2. La consumación del pecado, trae la vergüenza en la vida del hombre, Gen_3:7
3. La inclinación del hombre hacia el mal, resultado de su perversión, Gen_6:5
4. La tristeza de Dios por la maldad de su creación, Gen_6:6
5. El pecado corrompe la humanidad y la sociedad en general, Gen_6:11-12
III. Ejemplos de hombres, familias y pueblos que se inclinaron por la maldad:
1) La gente de Sinar que quiso construir la Torre de Babel, para buscar su propia honra
y no la de Dios Gen_11:4-6
2) Los israelitas al prostituirse con la gente de Bal de Peor, Num_25:1-15
3) La infidelidad de Israel en Canaán al desobedecer la orden de matar a toda la gente
cananita y contaminarse con ellos, Sal_106:39;
4) Los israelitas que abandonaron a Jehová por los dioses de los pueblos en los días de
Jeremías, Jer_2:12-13; Jer_4:22
5) Corrompimiento en pecado moral, espiritual y social de los israelitas en los días de
Ezequiel, Eze_22:6-13;
6) Abandono del Mandamiento de Dios, por las tradiciones de los hombres por los
Fariseos y Escribas y el pueblo de Israel durante el Ministerio de Jesucristo, Mar_7:8-
9
7) Los líderes judíos al ser confrontados por Esteban, al hacerles saber de lo malo que
han sido, tal como fueron sus padres en la antiguedad, Hch_7:40-43;
8) El gentil en general al deshonrar a Dios, practicando todo tipo de pecado, Rom_1:21-
32,
IV. El pecado es castigado
1) Dios castigó a los que se postraron ante el becerro de Oro junto al monte de Sinaí,
Sal_99:8, Éxo_32:35
2) Muerte de veinticuatro mil, por la plaga desatado contra los que pecaron con Baal de
Peor, Sal_106:29, Núm_25:9
3) Todo pecado será castigado, Heb_10:29-39
V. Remedio contra el pecado:
1) En Cristo es anunciado el Perdón de los pecados, Hch_13:38-39
2) Justificados por Cristo, tenemos paz para con Dios, Rom_5:1
3) Ya no hay condenación para los que están en Cristo Jesús, Rom_8:1
4) Judíos y gentiles, están bajo la misma cosa, el pecado, Rom_3:9-19;
5) Una vida de pecado, eso era el pasado de los redimidos por Cristo, Efe_2:1-3
6) Antes, todos éramos pecadores y promotores de la maldad, Tit_3:3
VI. Aplicación
Los deseos carnales se fortalecen con la indulgencia, por tanto, deben refrenarse en su
primera aparición. Temamos los pecados de Israel, si queremos evitar sus plagas. Es justo
temer que los que así tientan a Cristo sean dejados por Él en poder de la serpiente antigua.
Murmurar contra las disposiciones y los mandamientos de Dios, es una provocación extrema.
Nada en la Escritura ha sido escrito en vano, siendo sabiduría y deber nuestros, aprender de
ella. Otros han caído, así que nosotros podemos caer. El seguro cristiano contra el pecado
es desconfiar de sí mismo. Dios no ha prometido impedir que caigamos si no nos cuidamos a
nosotros mismos. Se agrega una palabra de consuelo a esta palabra de cautela. Los demás
tienen cargas similares y tentaciones parecidas: nosotros también podemos soportar lo que
ellos soportan y salir adelante. Dios es sabio y fiel, y hará que nuestras cargas sean según
nuestra fuerza. Él sabe lo que podemos soportar. Dará una vía de escape; librará de la
prueba misma o, por lo menos, de la maldad de esta. Tenemos un estímulo pleno para huir
del pecado, y ser fieles a Dios. No podemos caer por la tentación, si nos aferramos a Él con
fuerza. Sea que el mundo sonría o se enoje, es un enemigo; pero los creyentes serán
fortalecidos para vencerlo, con todos sus terrores y seducciones. El temor del Señor en sus
corazones será el mejor medio de seguridad.
VII. Conclusión
“Estas cosas sucedieron como ejemplo para nosotros, a fin de que no codiciemos lo malo,
como ellos lo codiciaron. No seáis, pues, idólatras, como fueron algunos de ellos, según
está escrito: EL PUEBLO SE SENTO A COMER Y A BEBER, Y SE LEVANTO A JUGAR. Ni
forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y en un día cayeron veintitrés mil. Ni
provoquemos al Señor, como algunos de ellos le provocaron, y fueron destruidos por las
serpientes. Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y fueron destruidos por el
destructor. Estas cosas les sucedieron como ejemplo, y fueron escritas como enseñanza
para nosotros, para quienes ha llegado el fin de los siglos. Por tanto, el que cree que está
firme, tenga cuidado, no sea que caiga. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea
común a los hombres; y fiel es Dios, que no permitirá que vosotros seáis tentados más allá
de lo que podéis soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a
fin de que podáis resistirla. Por tanto, amados míos, huid de la idolatría” (I Corintios 10:6-
14). ¡FIN!
