La lucha por las libertades de las minorías, ha sido siempre una lucha incesable por la
reivindicación de los derechos de quienes se sienten y son discriminados. Uno de estos
privilegios es la Unión Civil, que actualmente la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del
Congreso de la República está debatiendo un pre dictamen con el nombre Unión Solidaria. Esta
pretende otorgar a aquellas personas con orientación homosexual, las mismas ventajas que las
parejas heterosexuales, para poder vivir en unión, ser considerados una familia y tener las
mismas prerrogativas, tales como la cautela de bienes, seguridad social, pensión alimenticia y
pensión de supervivencia similar a la viudez. Pero independientemente de esta iniciativa, para
muchos esta es insuficiente, ya que no considera, el matrimonio, la sucesión hereditaria, la
definición de “familia”, la adopción de niños, etc. Sin embargo, quienes se oponen sustentan
que, por ser un dogma antropológicamente heterosexual, debería mantenerse como tal,
también por que no cumple las mismas funciones sociales reguladas por el derecho. Bajo este
panorama, la controversia que emerge es: ¿Debe aprobarse el matrimonio igualitario en el
Perú? Pues sí, es perfectamente lógico y de derecho, que se otorgue el privilegio a los
homosexuales al matrimonio entre ellos. Es por ello que expongo el respaldo argumentativo
para esta posición.
1. Consideramos que sí es necesario el otorgar el derecho a las personas del mismo sexo
al matrimonio entre ellos, esto contribuiría a que en el país disminuyan los
comportamientos discriminatorios con las parejas homosexuales, ya que actualmente
se encuentran desamparadas por la ley.
1.1. Existe discriminación hacia la comunidad gay, a pesar que todos somos iguales ante la
ley.
1.1.1. Las parejas heterosexuales tienen mayores privilegios y derechos que las parejas
homosexuales.
1.1.2. Como todas las instituciones, el matrimonio es un constructo social y por lo tanto
sujeto a modificaciones.
1.2. No afecta la integridad de la unión familiar.
1.2.1. Propone otra forma de matrimonio y de relación social.
1.2.2. El matrimonio igualitario forma parte de la realización de la comunidad
homosexual.
En primer lugar, actualmente existe desigualdad (por ende, discriminación) de derechos entre
las parejas gay y las heterosexuales. Las parejas “tradicionales” tienen mayores privilegios y
derechos que las parejas gais. Estos últimos no pueden acceder al derecho de sucesión
hereditaria, pensión de viudez, alimenticia, adopción, cautela de bienes, visitas conyugales en
prisión, efectos de las rupturas de pareja como en el caso de los divorcios, compartir
obligaciones patrimoniales como asistenciales, etc. Como todas las instituciones, el
matrimonio es un constructo social y por lo tanto sujeto a modificaciones. A pesar que el
matrimonio como precepto antropológico es una institución que se cimienta en la relación
entre un hombre y una mujer, este como una estructura comunitaria echa por la sociedad,
puede ser modificada en el tiempo, ya sea por necesidad o cambios culturales. Originalmente
el matrimonio era entre un hombre y una o varias mujeres, el judaísmo (origen del
cristianismo) lo conserva aún como ley en el Torá, solo que no se practica por los cambios
ocurridos en tantos siglos. Este ejemplo nos permite identificar un aspecto ya mencionado,
que la ley cambia y se adapta según el contexto social. Y el matrimonio igualitario es un
concepto que se está aceptando cada vez más en el mundo, ya son 30 países los que han
legislado a su favor.
Adicionalmente, el matrimonio homosexual, no afecta la integridad de la unión familiar actual.
Lo que hace es proponer otra forma de matrimonio y relación social. La homosexualidad en sí,
crea su propio espacio y núcleo armónico sin dejar de interactuar con las parejas
heterosexuales. Cuando se parte del concepto de familia, con la estructura de padres e hijos,
esta trae a como problema la concepción, es por ello que la adopción es parte de los derechos
que reclama este grupo. También, el matrimonio igualitario forma parte de la realización de la
comunidad homosexual. Así como para el común de las parejas tradicionales, el matrimonio
forma parte de su realización como personas y familia, lo es igual para las parejas gais. La
búsqueda por cumplir con sus aspiraciones personales son idénticas a las de las parejas hetero
y consideran el matrimonio como una prioridad, ya sea por lo sentimental o en lo legal.
En conclusión, si se debe aprobar la iniciativa Unión Solidaria del congreso. En primer lugar,
para eliminar la discriminación existente en comparación con las parejas heterosexuales. En
segundo lugar, al ser el matrimonio un constructo social puede modificarse y en este caso para
homogeneizar los derechos y deberes en sociedad conyugal. En tercer lugar, una propuesta
diferente de familia que, por consiguiente, desarrolla otra forma de convivencia social. Por
último, al igual que en las “parejas tradicionales”, el matrimonio también es una aspiración de
realización de parejas homosexuales. Es importante que, en medida de la evolución de la
sociedad en la forma de incluir a las minorías, sirva también de escenario para que los
derechos de las parejas sean iguales en todos los aspectos. Es recomendable que las leyes en
el futuro, cubran los aspectos también como el matrimonio, la adopción, los privilegios y
obligaciones para satisfacer los intereses de la comunidad gay bajo el amparo, protección y
resguardo de la ley.
