LA MISIÓN DE JESÚS 10
Si tuviéramos que escribir una descripción de
la misión de Jesús, no podríamos hacerlo mejor
que repitiendo sus propias palabras:
“El Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar
lo que se había perdido”.
¿Qué se había perdido? La humanidad
misma, que estaba extraviada, sujeta a la
muerte, y llena de temor y desesperanza. Si no
se hubiese hecho nada en nuestro favor, todo
estaría perdido. Pero, gracias a Jesús, todos
tenemos grandes razones para estar
esperanzados.
TRES PARÁBOLAS SOBRE EL AMOR DE DIOS
Del Génesis al Apocalipsis, la Biblia es la historia de Dios en busca de la humanidad
perdida. Lucas ilustra esta verdad usando tres parábolas importantes: la oveja perdida
(Luc. 15,4-7), la moneda perdida (vers. 8-10) y el hijo perdido (vers . 11-32).
Lee Lucas 15,4-7.
¿Qué nos dice acerca del amor de Dios por nosotros?
¿Por qué es tan importante comprender que el pastor fue a buscar a la oveja perdida?
Lee Lucas 15,8-10
¿Por qué la mujer se alegró tanto al encontrar la moneda perdida?
¿Por quiénes crees que se alegra Jesús?
Lee Lucas 15,11-32
¿Qué buscaba el hijo menor al irse de casa?
¿Por qué el Padre le hace fiesta en lugar de reprenderlo?
¿Crees que el hijo mayor también estaba perdido?
¿ACOGES O NO EL MENSAJE?
Aunque Jesús vino a buscar y a salvar a los perdidos, no fuerza a nadie a aceptar la
salvación que ofrece. La salvación es gratuita y está disponible para todos, pero esta
oferta con fe se debe aceptar, y se debe vivir en conformidad con la voluntad de Dios. La
única ocasión que tenemos para esto es mientras vivimos sobre la Tierra. No hay otra
oportunidad.
Con su mensaje Jesús nos devuelve lo que habíamos perdido al desobedecer a Dios, es
decir, la amistad de Dios. Nos da una nueva fuerza para vencer el orgullo y el egoísmo,
causa de nuestra separación de Dios.
Nos enseña a amar a Dios, a verlo como Padre y a amar a nuestros hermanos; nos orienta
hacia la felicidad.
Con su mensaje no sólo salva a Israel, su pueblo, nos salva también a nosotros y a todos
los hombres de todas las razas y de todos los tiempos.
Lo más importante fue que cada palabra que El pronunciaba concordaba con la práctica
de su vida. Es decir, ¡NUNCA DECIA COSAS QUE NO HACIA! Y esto podemos
comprobarlo en todas las páginas del Evangelio. Por eso, podemos afirmar que la Buena
Noticia es Jesús mismo.
¿UNA BUENA NOTICIA PARA TODOS?
Toda buena noticia sirve para alegrar la vida de las personas. Jesús deseaba que el
Evangelio fuera acogido por todos para que cambien su vida y su corazón y hallen la
verdadera felicidad. Sin embargo, si bien la venida de Jesús alegró a muchos, no a todos
les gustó escuchar su mensaje:
• La llegada de Jesús y su mensaje alegró a los pobres, enfermos, marginados, a los que
deseaban cambiar de vida.
• Pero incomodó a los poderosos, a los engreídos, a los que todo lo tenían, a los que no
querían cambiar.
ESTAMOS LLAMADOS A CONTINUAR LA MISIÓN DE JESÚS
La Iglesia nació y vive únicamente para evangelizar a los pueblos, es decir, para llevar
la buena noticia de Jesús a todos los hombres de todas las razas y de todos los tiempos.
El cristiano, por tanto, debe asumir esta misión. Pero, ¿cómo la llevamos a cabo?
Lo más importante es anunciar a Jesús con nuestra propia vida: vivir según las
enseñanzas de Jesús y así colaborar con El. No se trata de hablar, de predicar, de
convencer con palabras; es preciso cumplir nuestros deberes de cristianos:
• ser amables, justos, veraces, alegres;
• ser hombres de oración;
• compartir con los que menos tienen;
• cumplir los mandamientos.
Los que no conozcan a Jesús, al ver a un cristiano auténtico, ya están recibiendo el
anuncio de la salvación, ya le están conociendo.
Jesús vino trayendo la salvación,
esa fue su misión, y la cumplió a costa de su propia vida.
Ahora nos toca anunciar a Cristo y difundir su mensaje.
TU TRABAJO DE LA SEMANA
1. Lee y analiza el texto de Lucas 19,1-10.
- Si Zaqueo era un pecador, ¿por qué se interesó en conocer a Jesús?
- Zaqueó no pidió nada, ¿por qué entonces Jesús le dio la salvación?
- ¿Este hecho le dice algo a tu vida?
2. ¿Quiénes son los que hoy necesitan con urgencia escuchar a Jesús?
3. Haz una oración por aquellos por los que nunca has rezado.