SECRETO

NOTA DE INFORMACIÓN N° 1466 -2022-O7N1-3B.13

PARA : O7N1- 3T

RESPONDE A : a. PLAN GENERAL DE BÚSQUEDA 2022.

c. PAI N° 005 "TUPAC AMARU"

FECHA DE OBTENCIÓN
DE INFORMACIÓN : 24MAR2022.

EVALUACIÓN : A – A – 1.

ASUNTO : Manifiesto emitido por el Movimiento de Liberación

19 de Julio, sobre llamamiento a crear el PARTIDO
REVOLUCIONARIO DE MASAS. - LIMA.

FACTOR/AMENAZA : TERRORISMO

EXPOSICIÓN : Se ha obtenido la siguiente información:

A. Por actividades de inteligencia se conoció que,

el Movimiento Liberación 19 de Julio (órgano
generado de la OT-TA), emitió un manifiesto
sobre un LLAMAMIENTO A CREAR EL
PARTIDO REVOLUNARIO DE MASAS, para
unificar esfuerzos y compromisos con los
núcleos, como alternativa de gobierno desde el
pueblo, ante la crisis política de la izquierda.

B. El texto del citado manifiesto es el siguiente:

LLAMAMIENTO MA CREAR EL PARTIDO

REVOLUCIONARIO DE MASAS ¡Ni caudillos
ni patrones, el pueblo al gobierno y al poder!

El ML19 hace conocimiento de las fuerzas de izquierda y del campo popular

nuestra determinación de avanzar en la tarea de dar vida al Partido
Revolucionario de Masas, como resultado de nuestro reciente Plenario. Al
mismo tiempo, hace el llamamiento para unificar esfuerzos y compromisos
con los núcleos y fuerzas que entiendan que urge constituir este instrumento
como alternativa de gobierno desde pueblo y con vocación de poder. La
crisis política que cubre a la izquierda y al campo popular en la actualidad
exige compromisos y salidas que no pueden seguir esperando más.
¡SI EL PRESENTE ES DE LUCHA, EL FUTURO SERÁ NUESTRO!

EL ML-19 Y LA NECESIDAD DE UN PARTIDO REVOLUCIONARIO DE

MASAS.
Hay en el Perú un multitudinario contingente de opiniones anti neoliberales,
anticapitalistas y antiimperialistas. Este contingente expresa su voluntad de

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cambio a través del voto en diferentes periodos de la supuesta democracia
peruana y en la suma de luchas anti-sistémicas que no consiguen unificarse.
Esa población de izquierda ha puesto presidentes, parlamentarios y alcaldes
que terminaron defraudándole. Pero ese pueblo rebelde, existe.

Hay en el Perú una crisis de dirección del movimiento popular. Para dar
dirección a las luchas de la clase trabajadora y del pueblo en general, hacen
falta dos elementos: el frente y el partido. Necesitamos un Frente
Revolucionario de Masas que articule gremios en lucha, movimientos
sociales y organizaciones políticas. La dispersión y el fraccionamiento solo
favorecen al enemigo de clase. La burguesía sabe que en la división del
campo popular reside su mejor garantía de continuidad del sistema.

Pero a su vez, la política peruana carece de partidos, habiendo confundido

este concepto con el de inscripciones electorales. Los partidos son
estructuras políticas organizadas, disciplinadas, donde la legitimidad de sus
decisiones deriva de una mínima democracia interna. Este factor
democrático, es un grave riesgo para el absolutismo. El autoritarismo suele
ocultarse tras una mal entendida teoría del “partido de cuadros” para
cautelar el patrimonio de unos pocos y la exclusión y/o utilización de los
muchos. El pueblo que vota con la mano izquierda y que lucha con el puño
en alto, necesita de un auténtico Partido Revolucionario de Masas.
Necesario es involucrar a las amplias masas de trabajadores de la ciudad y
del campo en las decisiones políticas, sobre todo en la elección de sus
liderazgos desde abajo hacia arriba, conjurando las clásicas imposiciones de
caudillos y candidatos.

Un partido de masas (a secas) puede aglutinar a grandes sectores

populares garantizando la participación política de sus miembros a través
del sufragio universal por medio de sus niveles estructurales y
principalmente por su congreso nacional de partido. Los partidos
socialdemócratas, donde han prosperado, le deben su crecimiento a las
garantías de participación popular mediante una respetada democracia
interna. Obviamente la degeneración burocrática de la socialdemocracia no
es digna de imitar. Puede existir un partido de masas solo si la estructura de
amplia participación es más importante que los caudillos y las camarillas. Y
puede existir un Partido Revolucionario de Masas si en su interior se
constituye una sólida estructura de cuadros revolucionarios que canalice a la
colectividad hacia fines y objetivos revolucionarios.

En la presente situación de América Latina, el sufragio se ha convertido en

una pieza importante de definición política. Incluso los anti-sufragistas a
ultranza ya reconocen que hoy las izquierdas llegan al gobierno mediante
las ánforas y que el clásico asalto al poder es -por el momento- inviable.
Pero la perversión burguesa liberal de sus propios métodos ha reducido la
participación electoral a una simple operación de mercado. Ya dijimos que
no hay partidos, hay inscripciones con dueños que ejercen su tiranía
personal o grupal. La radicalización de la lucha de clases ha llevado a
grandes contingentes del pueblo a definirse por una alternativa anti-

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neoliberal, de ello se explica que existe una gigantesca reserva del voto de
izquierda que no ha sido canalizado en función de sus intereses. Es
evidente que hay una polarización de fuerzas, distinta a la de 1980-90, que
se refleja en cada periodo electoral. La derecha le teme a una izquierda que
aún no cree en sus capacidades.

En el aspecto subjetivo, los marxistas-leninistas nos vemos ante dos

grandes necesidades: una, multiplicar, extender, acentuar nuestros vínculos
con las masas; y dos, asegurar que todos nuestros futuros militantes tengan
una participación viva en el cumplimiento de sus tareas. Nuestros vínculos
con las masas suelen realizarse mediante correas de trasmisión y
organismos puente, pero tienen que ampliarse al ritmo de las exigencias del
periodo y de quienes no se conforman con pequeños resultados. Las nuevas
condiciones y las responsabilidades que derivan nos exigen mucho más:
contar con un Partido capaz de movilizar al grueso del proletariado y a los
más vastos sectores populares.

Después del “accidentado” gobierno de Pedro Castillo, la izquierda

demoraría mucho en recomponerse. Sería una situación parecida a la de
1990: dispersión, desorganización, desmovilización y votar por el mal menor.
Una muestra es la actual dispersión del voto en las elecciones municipales y
regionales del 2022. Se pierde la gran oportunidad histórica de la cual
dependían los objetivos de poder popular y nueva constitución. Pero si
iniciamos la recomposición de fuerzas ahora hacia el 2026 tendremos la
iniciativa de nuestra parte. Recuperar la iniciativa en la lucha frente al gran
coloso del neoliberalismo: esa es nuestra consigna.

El ML-19 llama a fortalecer una sincera política de unidad de todos los

movimientos sociales y organizaciones a través del Frente Revolucionario
de Masas. Unidad en la diversidad, unidad en la diferencia, unidad frente a
enemigos comunes: esa es la línea marxista-leninista del Frente Único. Pero
a su vez y sin renunciar a nuestras tareas de frente único revolucionario,
llamamos a las fuerzas afines a constituir un Partido Revolucionario de
Masas, como alternativa de gobierno desde pueblo y con vocación de poder.
Tareas ineludibles del frente y del partido para este periodo son la lucha por
una nueva constitución, la construcción del poder popular y la democracia
directa de masas. Solo con la unidad más amplia de quienes quieren
transformar radicalmente las estructuras de esta sociedad inviable,
podremos conquistar el porvenir.

¡EN COSTA SIERRA Y SELVA, LAS MASAS RECLAMAN LA UNIDAD!

¡POR LA ASAMBLEA POPULAR CONSTITUYENTE, SOBERANA Y
PLURINACIONAL!
¡NI CAUDILLOS NI PATRONES, EL PUEBLO AL GOBIERNO Y AL
PODER!
¡FORJAR EL GRAN FRENTE REVOLUCIONARIO DE MASAS Y
CONSTITUIR EL PARTIDO REVOLUCIONARIO DE MASAS QUE EL
PUEBLO NECESITA!.

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C. Se OEBI; se continuará informando.

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