EL KERIGMA
EL AMOR DE DIOS
DIOS ES UN PADRE QUE ME AMA COMO SOY
OBJETIVO: Reconocer a Dios como Padre que nos ama profundamente, y descubrir
de esta manera, nuestra misión de amarle a él.
CANTO: “El Amor del Señor es maravilloso”, u otro parecido (5 minutos).
SALUDO Y ENCUENTRO (15 minutos)
El coordinador saluda y da la bienvenida en forma breve y familiar. Presenta el plan
general de esta misión y el objetivo de este primer encuentro.
ASPECTO VIVENCIAL (15 minutos)
El coordinador formará a los participantes en varios sub grupos de a tres o cuatro
personas y hará los siguientes interrogantes:
1. Quién es la persona que más te ha querido?
2. Qué cosas recuerdas de esa persona con mayor afecto?
3. Se ha transformado el amor de esa persona?
4. En los momentos difíciles, de enfermedad, ¿dolor, soledad, etc. cómo ha
actuado esa persona?
Cuando hayan terminado los aportes voluntarios, el coordinador hace un resumen de
lo compartido.
ILUMINACIÓN BÍBLICA (10 minutos)
1. “Como un Padre siente ternura por sus hijos, así tú tienes ternura por tus fieles”
(Sal103,13)
2. “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos
amó y nos envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados”.
3. “Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a
otros” (1Jn 4, 10-11).
4. “¿Acaso olvida una madre a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas?
Pues, aunque ella llegase a olvidarse, yo no te olvido, míralo, te tengo tatuado en las
palmas de mis manos” (Is 49, 15-16).
La Palabra de Dios en mi vida
En silencio cada uno pensará lo que le dice o sugiere la Palabra de Dios. Después el
coordinador hará las siguientes preguntas:
1. He sentido el amor de Dios en mi vida?
2. En qué momentos especiales? (describir experiencias. Ojalá comenzando por el
coordinador).
3. Qué me dificulta sentir a Dios como mi Padre?
4. Qué me ayudaría a sentirlo como mi Padre?
MENSAJE (30 minutos).
A continuación, se ofrecen al animador algunos aportes para la reflexión, que deben
ser leídos, sintetizados y expuestos de una manera clara, corta y sencilla. No todo lo
que aquí se ofrece debe ser expuesto. El animador debe hacer sus propios resúmenes y
procurar mantener siempre un espíritu de profundización.
Dios te ama a ti, personalmente, como Padre amoroso. Te acepta
incondicionalmente, como tú eres; hombre o mujer, de cualquier edad, de cualquier
raza, color de piel, tamaño, figura, rico, pobre, culto o ignorante, del campo o del
pueblo.
Por lo que eres, no por lo que tienes, o lo que sabes hacer, o por la posición social que
tienes. Eres Hijo de Dios, hecho a imagen de Dios. Sé consciente de esa dignidad.
Y su amor es fiel y firme, siempre seguro, no falla nunca, en ninguna circunstancia y
por ningún motivo.
Como creador tiene un plan de amor para ti; y es que logres la plenitud y felicidad
desde este mundo, y definitivamente en la eternidad. Que alcances la plenitud en todo
lo positivo y bueno, en todo lo que te realice plenamente: en tu persona individual,
cuerpo, mente, espíritu; en tus relaciones familiares y personales; éxito en tu trabajo
por tu entrega responsable; logrando gozar de los suficientes bienes materiales para la
honesta y adecuada sustentación y desarrollo integral de ti mismo y de tu familia.
Como Padre providente, siempre está pendiente de ti y te cuida en todo y en cada
aspecto de tu ser y de tu vida: hasta de cada cabello… más que los lirios del campo o las aves
del cielo… hasta en el más pequeño detalle.
Escucha lo que Dios mismo te dice en su Palabra: “te lo está diciendo tu Creador: te he
llamado por tu nombre, eres mío; eres valioso a mis ojos, eres estimado, y Yo te amo. Por eso, no
temas, Yo estoy contigo” (Is 43,1.5.)
Él nos ha hecho y hacia Él caminamos. De Él venimos y a Él vamos. Principio y fin.
Alfa y omega.
Solo Él sabe cómo y para qué estamos hechos, y como funcionamos adecuadamente,
como individuos y como sociedad. Su ley y sus mandamientos son como las
instrucciones de un aparato. Y para eso nos equipó y capacitó a cada uno con dones y
talentos concretos, inteligencia creativa y voluntad libre.
Y puso todo en nuestras manos, como administradores de toda su creación, para
guardarla sin destruirla, y transformarla con nuestra iniciativa y trabajo creativo, para
nuestro beneficio, servicio y utilidad para todos; con espíritu agradecido, alabando y
bendiciendo su nombre. Él es nuestro fin y centro de gravedad; nos hiciste para Ti,
Señor, y nuestro corazón anda siempre inquieto, corriendo y buscando desasosegado
por todas partes, hasta que encuentra su lugar y descanso en Ti; llenando y saciando
toda la sed, nuestros anhelos legítimos y nuestras auténticas necesidades profundas, de
cada individuo y de toda la humanidad.
“Llamado por tu nombre”, es decir, a ti personalmente, de forma individual,
insustituible, no intercambiable por nadie.
Desde que Dios es Dios… pensó en ti…y te amó…por eso existes y estás aquí. “con
amor eterno te he amado…” y te sigo amando: por eso dice “he reservado gracia para ti”, es
decir, amor benevolente para ti en concreto, de forma permanente. Y en María,
nuestra madre, encontramos el rostro maternal de Dios y su cuidado amoroso y
providente para nosotros.
Salido de sus manos nos pone en el paraíso, como símbolo de felicidad plena. Todo era
y todo debería seguir en armonía y en orden: en salud corporal y mental, en las
relaciones humanas, y en la armonía y dominio sobre la creación. Salidos buenos de su
poder creador, nos destina a la felicidad, y pone todo a nuestra disposición para que
logremos esa felicidad y plenitud, si seguimos su plan.
Y desde el principio nos invitó a una relación y comunión personal de amor con Él,
como hijos y amigos; y a nosotros, por tanto, a tratarnos todos como hermanos.
“Eres precioso a mis ojos, estimado, valioso, valorado”: vales mucho para Mí; me importas
mucho. Tú personalmente, con tu historia y tu situación actual. Con rostro, nombre
propio, historia, vocación, estado de vida que tienes, y situación concreta en la que
vives.
“No temas”, rechaza todo temor e inseguridad, toda falta de autoestima, de que no
vales nada, de que no importas, de que no sirves para nada.
“Eres mío” y todos cuidan lo que sienten suyo… “Él nos hizo y somos suyos”. Dios mismo
te dice que eres suyo, de su propiedad.
Si sólo dejáramos penetrar todas estas verdades ahora en nuestro corazón… bastaría
eso sólo para tocarnos profundamente y transformarnos. ¡Dios me ama a mí,
personalmente, incondicionalmente; no importa lo que sea ahora, ¡o lo que haya sido o
hecho antes!... “mi amor no se apartará de tu lado”.
Después de haberlo rechazado a Él y a su amor, y de habernos separado de Él por el
pecado, nos sigue amando, y no nos abandona. Nos ofrece reconciliación, salvación y
vida nueva. ¿Puedes aceptar esta verdad y esta realidad en tu corazón y en tu vida?
¿hay algo que te lo impide? Son diversas posibilidades o situaciones:
- La imagen deformada de Dios, que tienes por una educación religiosa equivocada,
o la manera de presentarnos un Dios juez rígido o policía vengador.
- Para otros puede ser la imagen paterna dañada, por lo que sus padres no pudieron
o no supieron dar de cuidado y amor expresado directamente, o en todo aquello
que los ha lastimado o dañado, con la consecuencia de un niño pequeño interior
herido y dañado. No haber podido sentir y expresar sus sentimientos, siendo
reprimidos o avergonzados por ello. No haber alcanzado o llenado sus necesidades
fundamentales en el momento oportuno.
- También puede ser la propia vida de pecado y alejamiento de Dios y de su amor,
como sucedería si se ponen fuera del calor beneficioso del rayo de sol.
Ahora mismo, necesitas abrirte a la experiencia del amor de Dios, paternal y
cuidadoso. Necesitan creerle a su Palabra, y yo doy testimonio de ello.
Dejen penetrar ahora mismo esta verdad, y experimenten esta realidad en su corazón.
DIÁLOGO COMUNITARIO (15 minutos) Invitar a los asistentes a expresar lo que
sienten al descubrir que Dios los ama, que son especiales para él, que siempre los
perdona y que sólo busca su salvación.
ORACIÓN (5 minutos)
Quien dirige puede orientar la siguiente oración:
Dios bueno, sé que eres un Padre misericordioso, que amas a cada uno de tus
hijos. Yo me reconozco necesitado de tu amor. Me abro a ese amor que quiere
lo mejor para mí. Acepto tu amor incondicional. Quiero experimentar tu
bondad y misericordia en este momento de mi vida. Yo no quiero huir lejos de
ti, como el hijo pródigo que se aleja de su casa paterna, sino volver a Ti, para
que me ames como tú sólo sabes hacerlo.
Quiero experimentar tu amor en mi vida, y hoy me dejo amar por Ti. Sé que
me has estado buscando, y hoy me detengo para que tu amor me alcance.
Tú eres el primer amor que siempre toma la iniciativa. Arriesgándolo todo. Tu
amor venció la dureza de mi corazón y hoy me rindo incondicionalmente ante
la fuerza de tu amor.
Necesito sentir tu amor y tu fidelidad. Ayúdame a cambiar mi vida, para que
viva dentro de la atmósfera de sentirme amado personalmente por Ti.
Gracias por responder a mi petición. Ayúdame a creer en la oferta gratuita de
tu amor, a valorarla, a vivirla y a entregarme en tus manos por amor. Amén.
Encuentro No. 2
HE RECHAZADO EL AMOR DE DIOS
EL PECADO EN EL MUNDO
OBJETIVO: descubrir que con el pecado rechazamos el amor de Dios y rompemos
nuestra relación con Él, con nosotros y con la naturaleza.
SALUDO Y ENCUENTRO: El coordinador saluda a la asamblea; es importante recordar
que este momento ayuda a entrar en un ambiente de fraternidad.
ASPECTO VIVENCIAL
El coordinador leerá la siguiente historia a los asistentes a esta asamblea.
“El Rey Bondadoso”
Cierto rey acostumbraba a celebrar su cumpleaños en la cárcel escuchando la causa de los
prisioneros, para al final liberar a uno de ellos.
Cada uno presentaba su defensa: soy inocente, me confundieron, me condenaron
injustamente, yo no fui, fue otra persona, me quieren hacer daño, yo soy bueno y justo, yo
jamás he robado, yo no soy narcotraficante, no me ha tocado la corrupción, jamás he
pensado en asesinar a otra persona…
En el fondo del patio estaba un hombre sentado, escondiendo el rostro en sus manos. ¿El
rey le preguntó?
– Y tú por qué no vienes a defenderte?
-Porque soy culpable, respondió el hombre.
-Qué hiciste? Le preguntó el rey
-Maté a un hombre.
-Por qué lo hiciste?
-Porque estaba envuelto en la ira y me dejé llevar por mis instintos salvajes,
simplemente no tengo cómo justificar mi falta, soy completamente culpable y soy
consciente del mal que causé, no merezco su perdón.
Al final el rey indicó que liberaran al confeso. Pero majestad, replicó el juez, si es un
verdadero canalla. Sí, respondió el rey, lo liberamos para que no eche a perder a todos
los demás que se declaran tan buenos e inocentes.
El Coordinador pregunta a los asistentes:
¿Cómo ven la actitud del rey?, ¿Qué piensan de aquellos que justificaron sus faltas?,
¿Cómo ven la actitud del hombre que se declaró culpable?
ILUMINACIÓN BÍBLICA
- Parábola del fariseo y el publicano (Lc 18, 9-14)
- Descubrir las actitudes del fariseo y del publicano.
- ¿Cuál de los dos reconoce sus limitaciones para recibir la ayuda adecuada?
MENSAJE
Además de la creación, el amor de Dios se muestra en la salvación. Dios fielmente
mantiene su amor y lo sigue manifestando. Pero…no podemos experimentar el amor de
Dios y la salvación de Jesús por el pecado que nos separa y aleja de Dios, única fuente de
vida. La Palabra lo afirma: “Me dejaron a Mí, manantial de aguas vivas, para hacerse
cisternas agrietadas que no retienen el agua” (Jer 2,13). “todos han pecado, y por eso
están privados de la gloria de Dios” (Rom 3,23).
Un muro nos separa de Dios, un abismo infranqueable nos mantiene alejados de la fuente
de vida, y el resultado es la muerte. “el salario del pecado es la muerte”.
Rechazó el hombre el árbol de la vida y prefirió el árbol del conocimiento del bien y del
mal; no quiso la guía de Dios y escogió caminar con sus propias fuerzas para construir solo
su vida. Se siente autónomo, rechaza toda dependencia de Dios, diciendo ser el único
artífice y el creador de su propia historia.
El hombre desde el comienzo, rechazó el amor de Dios y la comunión con él. Quiso
construir un reino prescindiendo de Dios. En vez de adorar al Dios verdadero adoró ídolos:
las cosas de este mundo, las obras de sus manos; se adoró a sí mismo.
Como consecuencia entraron en el mundo el miedo, la vergüenza, el odio, la violencia y la
muerte. Se produce una profunda división en el hombre. Toda su vida individual y colectiva
se presenta como una lucha dramática entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas.
Mirando dentro de su corazón y contemplando su vida se descubre inclinado hacia el mal y
sumergido en múltiples males, se siente además cargado de cadenas.
CONSECUENCIAS DEL PECADO
El pecado del mundo genera múltiples y graves consecuencias en todos los campos:
1. LA PERSONA
- El cuerpo: sufre toda clase de afecciones, dolencias, enfermedades, pequeñas y
grandes, leves o incurables. Organismo deteriorado, órganos lesionados y funciones
impedidas. Equilibrio orgánico roto.
- En la mente y en su comportamiento: toda clase de desajustes y desequilibrios.
Desorden y falta de armonía consigo mismo, con los demás y con toda la creación.
Adicciones y ataduras; angustias, temores, vergüenza, agitación, ira, tensiones, tristeza,
depresiones, vida sin sentido.
2. LAS RELACIONES
- Relaciones interpersonales inexistentes o falsas; conflictivas o enfermas; relaciones
conyugales y familiares desajustadas y disfuncionales, con graves daños para toda la
vida; incapacidad de amar sana y constructivamente, y para expresar el amor; abuso
sexual en niños y adolescentes; deshumanización y despersonalización del sexo;
agresividad de palabra y en los hechos; relaciones engañosas, interesadas y posesivas;
adicciones y dependencias; desconfianza y soledad.
- Relaciones sociales, entre grupos y naciones: corrupción, opresión, explotación del más
débil, injusticia, violencia, esclavitudes, colonialismos, imperialismos, afán de poder y
de dominio, conflictos raciales y guerras, segregacionismo y marginalidad,
manipulación de la comunicación e información, miseria y hambre.
3. LA NATURALEZA (PLANETA TIERRA)
- Dañada seriamente: aire, manantiales, ríos, lagos y mar contaminados; bosques
arrasados; especies animales acabadas; sobre abuso y destrucción de todos los recursos
naturales.
VANAS SOLUCIONES DEL HOMBRE
De todo esto Dios no es responsable, ni lo quiere ni lo manda. El responsable es el hombre
mismo que, rechazando a Dios, provocó el desorden, el desequilibrio, la enfermedad y la
muerte.
El hombre, volviendo a lo que fue el origen y la causa del problema: el árbol del
conocimiento, busca y pretende hallar soluciones a todos sus problemas en su propia
ciencia y sabiduría, y confiando en sus solas fuerzas. Pero las soluciones del hombre son
engañosas y falsas. Y las que fueran en una dirección legítima pueden ser solamente
parciales, superficiales y provisorias.
- Falsas totalmente en el satanismo, ocultismo esoterismo. En la magia, brujería,
hechicería y curanderismo. Espiritismo, invocando a los muertos. Adivinación y
sortilegio. Acciones y objetos de superstición, como los amuletos y talismanes.
- Vanas o altamente peligrosas: en el fomento de poderes mentales y facultades
extraordinarias: control mental y meditación trascendental; orientalismos no cristianos,
etc.
- Mesianismos engañosos: racionalismo sin fe; humanismos sin Dios; materialismo
cerrado a la trascendencia: ideologías políticas y sistemas económicos (globalización)
que pretenden ofrecer un mundo mejor.
- Legítimas en principio en la ciencia y la tecnología, pero que al no respetar los valores
éticos y religiosos, con intereses solo materiales, económicos y temporales, fallan en
dar soluciones reales; por lo tanto son sólo parciales, superficiales y provisorias.
Quedó esclavizado a sus propias tendencias desordenadas: adicto o codependiente en las
relaciones interhumanas; oprimido por toda clase de dependencias sociales: culturales,
políticas, económicas; sujeto a la misma naturaleza de la que debería ser señor; el trabajo en
lugar de realización creativa se convierte en carga pesada y en sojuzgamiento injusto.
¿Dónde encontrar la solución?
CANTO: “Perdona a tu pueblo, Señor”. Se hace en forma de peticiones.
Todos: Perdona a tu pueblo, Señor. Perdona a tu pueblo, perdónalo, Señor.
Lector: Porque nuestros labios no siempre dicen la verdad y porque hemos ensuciado
nuestras manos con la injusticia.
Todos: Perdona a…
Lector: Porque hemos permitido la violencia en los medios de comunicación social (radio y
televisión), en las calles, en la vida de pareja, en el hogar, entre los vecinos.
Todos: Perdona a…
Lector: Porque nos hemos olvidado de ti, Señor, no escuchando tu Palabra, no
acercándonos al templo, no alabándote en nuestras familias.
Todos: Perdona a…
DIÁLOGO COMUNITARIO
Contemplando el amor de Dios:
¿Qué pienso acerca de mis pecados?
¿Me arrepiento de lo malo que he hecho?
¿Cómo descubro la acción destructiva del pecado en mi vida, en mi familia, en la
comunidad?
¿Cómo puedo restaurar mi relación con Dios, con los demás, con la creación entera?
El coordinador terminará invitando a los asistentes a buscar la Reconciliación sacramental,
como compromiso claro de este tema.
ORACIÓN
En profundo silencio y si es posible, con música de fondo, cada uno leerá el Salmo 50 (51).
Pausadamente, como si fuera lectio divina; al final un buen lector lo leerá en voz alta y cada
uno seguirá la lectura. Si se desea al final se puede hacer un compartir.
DESPEDIDA E INVITACION AL SIGUIENTE ENCUENTRO. Después de despedirlos e
invitarlos para el siguiente día, el coordinador les invita a que lean en su casa el salmo que
sirvió de oración final.
Encuentro No. 3
JESUCRISTO ES MI SALVADOR
LA SALVACIÓN
OBJETIVO: Presentar a Jesús muerto y resucitado como la única
solución para el ser humano, para que al descubrirlo como nuestro
SALVADOR nos acerquemos más a su propuesta de vida.
ASPECTO VIVENCIAL
“Manos untadas”
Dos participantes se enlodan las manos con barro o betún. Uno de ellos
coloca un lunar a otro en la cara. Este trata de limpiarse con sus “manos
untadas” y se ensucia más. Le pide a su compañero que lo limpie, pero
resulta peor.
Se socializa la experiencia con los participantes, tratando de sacarle
provecho a los comentarios que se hacen.
Nadie se puede salvar a sí mismo. Tampoco me puede salvar, porque “un
ciego no puede guiar a otro ciego” (Mt 15,14).
Cuantos más esfuerzos hago por limpiarme, más me ensucio.
ILUMINACIÓN BÍBLICA
“Él ha enviado su Palabra a los hijos de Israel, anunciándoles la Buena Nueva de
la paz por medio de Jesucristo que es el Señor de todos. Vosotros sabéis lo sucedido
en toda Judea, comenzando por Galilea, después de que Juan predicó el bautismo;
cómo Dios a Jesús de Nazaret le ungió con el Espíritu Santo y con poder, y cómo él
pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el Diablo, porque Dios
estaba con él; y nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la región de los Judíos
y en Jerusalén; a quien llegaron a matar colgándole de un madero; a éste Dios le
resucitó al tercer día y le concedió la gracia de aparecerse, no a todo el pueblo, sino a
los testigos que Dios había escogido de antemano, a nosotros que comimos y
bebimos con él después de que resucitó de entre los muertos. Y nos mandó que
predicásemos al pueblo, y que diésemos testimonio de que él está constituido por
Dios juez de vivos y muertos. De éste todos los profetas dan testimonio de que todo el
que cree en él alcanza, por su nombre, el perdón de los pecados” (Hech 10,36-43).
La Palabra de Dios en mi vida
En silencio cada uno pensará lo que dice la Palabra de Dios. Después el
coordinador hará la siguiente pregunta:
- ¿De qué manera consideras que la muerte y resurrección de Jesús nos da
vida a todos nosotros?
- ¿Por qué consideras que Cristo ya pagó por todos?
MENSAJE
A continuación, se ofrecen al coordinador algunos aportes para la
reflexión, que deben ser: leídos, sintetizados y expuestos de una manera
clara, corta y sencilla. No todo lo que aquí se ofrece debe ser expuesto; el
animador debe hacer sus propios resúmenes y procurar mantener siempre
un espíritu de profundización.
JESÚS: SOLUCIÓN DE DIOS
Sólo Dios tiene la solución. Ya la ha dado. La única verdadera, la única
radical, la única definitiva, la única integral.
Por Jesús y en Jesús el Padre nos ha dado ya la salvación. “No hay otro
Nombre por el que podamos encontrar la salvación” (Hech 4,12).
“Tanto amó Dios al mundo que le dio a su único Hijo, para el que crea en él no
perezca, sino que tenga Vida Eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo
para condenarlo, sino para que el mundo encuentre salvación por medio de él” (
Jn 3,16-17). “En Él, por su sangre, hemos sido redimidos, en él nuestras faltas
han sido perdonadas por la riqueza de su gracia” (Ef 1,7).
Por su Cruz nos ha salvado y por su resurrección nos ha ganado vida
nueva. Su muerte en la cruz y su sangre derramada son el precio de
nuestra redención, justificación y salvación.
“Yo he venido para que tengan vida en abundancia” (Jn 10,10). “La prueba de
que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros aún pecadores, murió por
nosotros. Cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de
su Hijo” (Rom 5, 8-10). Él ya pagó por todos los hombres y mujeres de
todas las épocas.
En el muro de separación la puerta ya ha sido abierta; en el abismo el
puente ya ha sido puesto: JESÚS en el árbol de la cruz, es la verdadera
arca de salvación.
Nosotros no podemos franquear el muro, no podemos hacer nuestros
puentes. La justificación viene sólo por la fe en la obra salvadora ya
consumada de Jesús.
Por su encarnación misma Jesús une el cielo con la tierra, Dios con el
hombre. Toda su vida y cada uno de sus actos tuvieron valor de salvación.
En su ministerio público proclamó y anunció la Buena Nueva del Reino
de Dios, iniciándolo e instaurándolo, mostrándolo con señales y
prodigios.
EL KERIGMA APOSTÓLICO
Jesús, el Mesías esperado, el Señor y Salvador, ha muerto en la Cruz por
ti, canceló ahí la nota de cargo que tú debías, derramó su sangre para
limpiar tus pecados y como precio de tu redención, ahí mismo en su cruz
has sido clavado y juntamente con Él; ha muerto tu hombre viejo, tu
pecado, tu carne; ahí te reconcilió con Dios y selló la nueva alianza,
resucitó para que tuvieras nueva vida, de su costado abierto brotó la
sangre de la salvación y el agua del Espíritu derramado como fruto de su
glorificación y señorío.
“Hemos muerto con Cristo, creemos que también tendremos vida con Él. Por tanto
considérense muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús” ( Rom
6,8.11)
La salvación es una obra ya realizada y consumada por Jesús. Creamos
en ella en nuestro corazón, confesémosla con nuestros labios,
agradezcámosla y hagámosla nuestra. “Este es el mensaje de la fe que
proclamamos: si crees en tu corazón que está vivo, y confiesas con tus labios que es
Señor, encontrarás salvación” (Rom 10,9).
No es un simple relato de hechos pasados, sino anuncio de hechos de
salvación con eficacia actual ahora para nosotros. Es el “Misterio
Pascual”: muerte en la cruz, resurrección y donación del Espíritu.
Murió en la cruz por ti… por ti derramó su sangre… resucitó para que
seas tú criatura nueva y puedas tener vida abundante…
Salvación de cada persona individual, de todo el hombre, en su ser entero:
espíritu, alma, cuerpo; de todas las situaciones del hombre: familia,
sociedad, estructuras y sistemas; de toda la creación. Para un hombre
nuevo, un mundo nuevo y una nueva creación.
Y María, Madre del Señor, por la que nos vino el Redentor; la más
íntimamente asociada a Él en su obra de salvación; modelo y prototipo de
discípulo de Jesús.
CANTO. Hoy Señor te damos gracias.
DIÁLOGO COMUNITARIO (Compromiso)
En ambiente de oración y profundización:
- ¿Qué aspectos de tu vida consideras que deben morir en la cruz de
Cristo?
- ¿En qué debes resucitar con Cristo en tu familia?
- ¿Vives con alguien a quien Cristo salvó del mal, del pecado, de la
muerte?
ORACIÓN FINAL
El coordinador leerá pausadamente y en voz alta, mientras cada uno lo
seguirá en su Biblia el texto de Flp 2,6-11.
VIDA NUEVA
PARA NACER DE NUEVO POR EL ESPÍRITU
OBJETIVO: Descubrir en la persona del Espíritu Santo a Dios que nos hace fuertes
para cambiar y comprender de esta manera la necesidad que tenemos de recibirlo.
ASPECTO VIVENCIAL
Ya hemos reconocido a Jesús como SEÑOR y salvador, ahora vamos a recibir LA
PROMESA del Padre.
Así como cuando Jesús fue constituido “Señor” el día de su glorificación y recibió la
plenitud del Espíritu Santo, que derramó sobre sus discípulos el día de Pentecostés, así
también nosotros habiendo proclamado a Jesús como nuestro Señor recibimos la
efusión del Espíritu Santo, tan abundante que lo llamamos, Bautismo en el Espíritu
Santo.
El animador coloca un recipiente con agua, sobre el que introduce primero una piedra
y después una esponja (ambas se muestran a la asamblea). La piedra sólo se moja por
fuera, mientras que la esponja se empapa totalmente.
Invita luego a compartir la siguiente pregunta: ¿Nos hemos dejado empapar totalmente
y hasta lo más profundo por el Espíritu Santo?
Después enciende un pequeño cirio pascual para que el grupo experimente las
diferentes características del fuego (quema, ilumina, purifica, calienta, consolida…);
socializa aplicando estas características al Espíritu Santo.
ILUMINACIÓN BÍBLICA
“Ustedes recibirán la fuerza del Espíritu Santo; él vendrá sobre ustedes para que sean mis testigos
en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los extremos de la tierra” (Jn 1,8).
“Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente vino del cielo
un ruido, semejante a una ráfaga de viento impetuoso, y llenó toda la casa donde se encontraban.
Entonces aparecieron lenguas como de fuego, que se repartían y se posaban sobre cada uno de
ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en lenguas extrañas,
según el Espíritu Santo los movía a expresarse” (Hech 2, 1-4).
MENSAJE
“Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida”.
“Es necesario nacer de nuevo, el que no nace de lo alto no puede ver el Reino de Dios, el que no
nace del Espíritu Santo no puede entrar en el Reino de Dios” (Jn 3,3).
Es el Espíritu Santo, Señor y vivificador, que produce en nosotros el nuevo nacimiento
para una vida nueva. Es vivificador porque prepara la vida, da la vida nueva, y luego la
acrecienta como santificador.
Como cristianos ya bautizados hemos recibido, por la acción eficaz del sacramento, en
germen, esa vida nueva, y se ha tenido en lo profundo del espíritu un nuevo
nacimiento.
Pero jóvenes o adultos, con pleno conocimiento de causa, debemos hacer una opción
lúcida y libre de lo que inconscientemente recibimos de pequeños.
De pequeños, decía san Agustín, “nuestros padres prestaron los pies para encaminarnos a la
Iglesia, el corazón para creer y los labios para confesar la fe. Pero después cada uno debe hacer su
propia decisión, dirigiéndose por sus propios pies a la Iglesia, creer con su propio corazón, y
confesar la fe y testificar con sus propios labios”.
Decisión libre y lúcida que se abre a la experiencia de ese nuevo nacimiento, donde
empieza también la experiencia de la vida nueva.
Todo esto es obra del Espíritu Santo que nos vivifica y prepara nuestra vida para:
1. Reconocerme como pecador
El proceso de conversión es obra del Espíritu Santo: reconocimiento del pecado,
arrepentimiento, y reconocerse pecador. Sin el Espíritu Santo el pecador no descubre
ni reconoce su pecado, o sólo logra remordimientos y complejos de culpabilidad, o a lo
más, la constatación de trasgresión de un código moral.
Necesitamos invocar e invitar al Espíritu Santo para que con su luz podamos descubrir
y reconocer nuestros pecados, como rompimiento de la amistad con Dios, como un no
a su presencia en nosotros.
2. Reconocer a Jesús como Salvador
Sintiéndome necesitado de salvación, es el Espíritu Santo quien nos hace tomar
conciencia de que sólo Dios salva, alejándonos de las falsas promesas o sustitutos
humanos de la salvación.
Es él el que nos hace reconocer a Jesús como el único y suficiente Salvador,
reconociendo que ya nos ha salvado, que su salvación es una obra consumada y
realizada por Él, y que en Él encontramos salvación como aplicación del poder de su
muerte y de su sangre.
3. Junta al pecador con el Salvador
Cuando el pecador reconoce y confiesa sus pecados y se acerca a Jesús para recibir su
salvación, es el Espíritu Santo quien lo realiza y entonces el fruto es la justificación, la
salvación y la vida nueva. No basta estar enterados de la acción del Espíritu Santo,
necesitamos abrirnos a su acción volviéndonos hacia Él, invocándolo e invitándolo
ahora mismo para prepararnos a la respuesta.
En el Antiguo Testamento se nos reveló que sólo Dios es Santo, y únicamente él puede
santificarnos, elevándonos por su Espíritu al orden de su vida divina. Pero también se
nos dio un atisbo de lo que serían los tiempos mesiánicos (es decir aquellos que el
Mesías habría de iniciar, plenamente Ungido por el Espíritu): “Sucederá después de esto
que yo derramaré mi Espíritu sobre toda carne…Hasta en los siervos y siervas derramaré mi
Espíritu en aquellos días” (Jl 3,13). Y, la mañana de Pentecostés, Pedro proclamó el
kerigma (primer anuncio de Cristo muerto y resucitado) cristiano: hoy se ha cumplido
esta profecía sobre la comunidad de los creyentes (Hech 2,17-18). Y si Yahvé por
medio del profeta Ezequiel, había prometido: “Concluiré con ellos una alianza de paz, que
será para ellos una alianza eterna. Los estableceré, los multiplicaré y pondré mi santuario en ellos
para siempre. Mi morada estará junto a ellos, seré su Dios y ellos serán mi pueblo” (Ez 37,26-
27), el cumplimiento, como lo anuncia san Pablo, rebasó está esperanza: “¿No sabéis
que sois santuario de Dios, y que el Espíritu Santo habita en vosotros?” (1 Co 3,16)
DIÁLOGO COMUNITARIO (Primer trabajo de toda la misión en pequeños grupos,
ya la asamblea debe estar consolidada para trabajar en grupos e ir orientándose a pre
comunidades).
1. “Es necesario nacer de nuevo. El que no nace de lo alto, no puede ver el Reino de Dios. El
que no nace de Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios” (Jn 3,3 ss).
- ¿Por qué crees que Dios pide que nazcamos de nuevo? ¿Cuál es la razón por la que
Dios pide eso?
- ¿Si tuvieras la oportunidad de nacer otra vez, ¿qué cambios harías en tu vida?
2. “Te invadirá el Espíritu de Yahvé y quedarás cambiado en otro hombre. (1S 10,6).
- ¿Quién es para ti el Espíritu Santo?
- ¿Por qué crees que dice la Biblia que al ser invadidos por el Espíritu Santo
quedaremos convertidos en otros hombres?
3. “Quitaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, para que caminen
según mis preceptos y observen mis normas y las pongan en práctica”. (Ez 11,19-20.
- ¿Cuáles son algunas actitudes y hechos que demuestran que en los hombres hay un
corazón de piedra?
- ¿Por qué crees que necesitamos que se cambie nuestro corazón, para que vivamos
según las normas de Dios?
CANTO: “Espíritu Santo, ven”
ORACIÓN: Se colocan en el centro del salón varios signos que representan al
Espíritu Santo y una jarra con agua símbolo del bautismo que hemos recibido. “Por él
Dios nos lavó del pecado y nos dio una vida nueva”, para que vivamos como
hermanos, como hijos de Dios.
El animador entrega a los participantes dos tarjetas que contengan las siguientes
preguntas: ¿Cuáles son los dones del Espíritu Santo que siento que he recibido? ¿Qué
don quiero pedirle al Espíritu Santo de una manera especial? Se deben escribir las
respuestas en la tarjeta (si no sé escribir pedirle a alguno de los vecinos).
Una vez que todos respondan, los participantes ponen los dones recibidos en un primer
recipiente y los dones pedidos en otro segundo recipiente.
Se proclama luego la Palabra de Dios en Jn 7, 38-39.
Se termina la reunión invitando a algunos a leer en voz alta las tarjetas con los dones
recibidos y con los dones pedidos. A medida que se leen los dones recibidos, se
responde: Te Damos Gracias, Señor. A medida que se leen los pedidos, se responde: Te lo
pedimos, Señor.
Se concluye cantando: Espíritu Santo, ven.
LA COMUNIDAD
DIOS PADRE, POR SU HIJO,
EN EL ESPÍRITU SANTO NOS UNE EN COMUNIDAD
OBJETIVO: Mostrar cómo sólo en comunidad de fe y de vida, podemos crecer y
perseverar en la voluntad de Dios, y para esto contamos con una familia que es la
Iglesia.
SALUDO-MOTIVACIÓN: El coordinador debe hacer un recuento de los temas
vistos, teniendo cuidado de unirlos unos con otros. Luego invita a qué se saluden y a
comentar algo significativo que les haya sucedido durante el tiempo transcurrido de la
misión.
ASPECTO VIVENCIAL
El coordinador llevará a la reunión la rama de un árbol o de una planta que haya
cortado unas horas antes, la presenta al grupo y sobre ella establecerá los siguientes
interrogantes:
- ¿Qué tenemos aquí?
- ¿Esta rama tiene vida?
- ¿En qué se manifiesta que ha perdido la vida o la está perdiendo?
- ¿Aquí donde está, nos puede dar fruto?
- ¿Qué necesita para darnos fruto?
- ¿A quién debe estar unida para que tenga vida y para que pueda dar fruto?
ILUMINACIÓN BÍBLICA
Escuchemos cómo vivían los primeros cristianos:
“Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto se corta,
y todo el que da fruto lo limpia, para que de más fruto. Ustedes están ya limpios gracias a la
palabra que les he dicho. Permanezcan en mí, como yo en ustedes. Lo mismo que el sarmiento no
puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco ustedes si no permanecen en
mí. Yo soy la Vid; ustedes los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ese da mucho fruto;
porque separados de mí no pueden hacer nada. Si alguno no permanece en mí es arrojado fuera,
como el sarmiento, y se seca; luego lo recogen, lo echan al fuego y arden. Si permanecen en mí y
mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo conseguirán. La gloria de mi
Padre está en que den mucho fruto, y sean mis discípulos” (Jn 15,1-8)
MENSAJE
1. Las Pequeñas Comunidades Eclesiales: Un invento de Jesús.
Jesús no abrió una escuela donde muchos pudieran estudiar, ni escribió unos libros que
luego se pudieran leer, sino que fundó una pequeña comunidad de doce discípulos
para que estuvieran con él, para que vivieran su misma vida, para que transmitieran su
enseñanza y asumieran su proyecto de construir el Reino de Dios (cf. Mc 3,13).
Una vez que Jesús murió y fue glorificado, los discípulos siguieron la misma
metodología: construir pequeñas comunidades que fueran el ambiente propicio para
vivir el Evangelio y que fueran un verdadero fermento en la humanidad.
Los Hechos de los Apóstoles y las cartas de San Pablo nos trazan un cuadro de lo que
fueron estas comunidades y como se fueron extendiendo por el mundo. No fue fácil,
pero estos discípulos encontraron en la fraternidad de sus pequeñas comunidades el
ambiente y la fuerza para la nueva vida que habían asumido y para dar testimonio en
un mundo que les resultaba adverso y hostil.
2. Rasgos de las Primeras Comunidades (Hech 2,42-47).
a. La perseverancia en escuchar la enseñanza de los apóstoles.
b. La fraternidad y la unidad que se manifiesta incluso en compartir los bienes.
c. La oración en común.
d. La fracción del pan (primer nombre de la Eucaristía).
Estos siguen siendo los parámetros de las comunidades de todos los tiempos.
El éxito de la vida en comunidad se deriva en último término de que es la mejor
respuesta a la condición de la persona humana. Ésta esta hecha para vivir en relación
con Dios, consigo misma, con el mundo y con las demás personas.
La realidad de nuestras parroquias no permite esta experiencia profunda de la vida
nueva en Cristo: somos una masa, o cuando más un grupo, pero no una verdadera
comunidad.
3. ¿Qué es una Pequeña Comunidad Eclesial?
A partir de la reforma de la Iglesia, sugerida por el Concilio Vaticano II, empezaron a
surgir grupos por todas partes: bíblicos, de oración, de liturgia, juveniles, de pastoral
social…, ahora, al comienzo de este nuevo milenio, vemos cómo el Espíritu Santo
comienza a suscitar algo más maduro, más sólido, más grande. Empieza a suscitar
comunidades que superan la vida de los grupos y que abren nuevas perspectivas para la
vivencia del Evangelio.
El cristianismo está para ser vivido en comunidad: estamos llamados a integrarnos a
una comunidad, para experimentarnos como el Cuerpo de Cristo.
Con el crecimiento de la Iglesia se fue quedando la vida de comunidad sólo para los
religiosos (as); los laicos quedaron como ruedas sueltas, absorbidos por la masa.
Lo maravilloso de este tiempo es que el Espíritu Santo está haciendo surgir de nuevo la
vida comunitaria en todo el pueblo de Dios. También los laicos están llamados a vivir
en comunidad, a integrarse en comunidades eclesiales vivas, fraternas, que escuchan la
Palabra, que celebran su relación con Dios.
No entraremos a definiciones, ya que eso responde a un proceso de la post misión.
4. Características de las Pequeñas Comunidades Eclesiales
Señalaremos otras características propias de ellas:
a. Comunidad FRATERNAL de todas las edades y condiciones sociales. En estas
pequeñas comunidades crecen nuevas relaciones interpersonales en la fe, una
mayor aceptación de la Palabra de Dios, revisión de vida y reflexión sobre la
realidad, a la luz del Evangelio. Se acentúa el compromiso con la familia, con el
trabajo, el barrio y la comunidad local (Puebla 629 y 640).
b. Comunidad CATÓLICA, cada comunidad se mantiene en estrecha unión con su
Párroco y con la Parroquia entera. Todas las comunidades se orientan hacia un
programa y una finalidad común.
c. Comunidad de FE. Escucha y medita atentamente la Palabra de Dios. Educa a
todos sus miembros constantemente en la fe. Asume la tarea de maduración en la
fe: Catequesis de niños, jóvenes, adultos. Organiza ella misma su oración
comunitaria y sus celebraciones.
d. Comunidad de CARIDAD. Trata de mejorar la situación del ambiente social.
Asiste a los pobres y marginados. Procura curar las causas que crean necesitados.
e. Comunidad de ESPERANZA. Sabe que participa en la peregrinación del Pueblo de
Dios hacia una meta aún no alcanzada. Sabe distinguir los elementos humanos de
la Iglesia.
f. Comunidad MISIONERA. Testimonia y comunica la fe. Evangeliza. Se mantiene
abierta hacia todos. Trata de integrar continuamente nuevos miembros.
Estas características permiten que el laico pueda desarrollar los diferentes ministerios
en la Iglesia, a través de la Pequeña Comunidad.
CANTO: “A edificar la Iglesia”.
COMPROMISO (se organizan pequeños grupos y se les hacen las preguntas, luego se
viene a una plenaria- donde se insistirá mucho en seguir encontrándonos para formar
pequeñas comunidades)
Reflexionar:
- ¿Realmente te sientes parte de una comunidad?
- ¿Qué crees que sea necesario para formar la comunidad?
- ¿Eres consciente de que solo en la vida de Comunidad se puede celebrar la
verdadera fe y se puede vivir el Evangelio?
ORACIÓN: Cada uno tomará el texto del Salmo 66 y lo leerá mentalmente, luego
alguien de los asistentes lo leerá en voz alta y será seguido por cada uno de los
presentes.