CONCEPTO Y GENERALIDADES:
El origen etimológico de la palabra “democracia” proviene del antiguo
griego y fue aplicado en Atenas en el siglo V A.c. a partir de los vocablos
“demos”, que puede traducirse como “pueblo” y krátos, que puede
traducirse como “poder” o “gobierno”.
Según la concepción clásica de formas de gobierno, la democracia es
el “gobierno de la multitud” para Platón y “de los más” para Aristóteles.
Como concepción actual, podemos definir a la democracia como:
“Sistema de organización político-social, basado en la participación de todos
OM
los miembros (o los que son considerados como tales) de una sociedad, en
la orientación y funcionamiento de ésta”1.
El concepto de democracia no puede ser comprendido en su naturaleza
específica, sino en relación con otros conceptos del sistema. En cuanto al
uso descriptivo es la forma de gobierno en la que el poder político es
ejercido por todo el pueblo, o por el mayor número, o por muchos. De esto
.C
se distingue la monarquía y la aristocracia, poder ejercido por uno o por
pocos, respectivamente.
Con respecto uso prescriptivo la democracia puede ser considerada
con:
DD
Signo positivo o forma buena, se basa en que por ella se da la
igualdad de derechos; no es un gobierno a favor de pocos, sino
de muchos; es un gobierno de leyes, no de hombres y la libertad
es respetada tanto en la vida privada como en la pública.
Signo negativo o forma mala, se basa en la insolencia y necedad
LA
que existe en general en una multitud; la corrupción que nace de
la esfera pública la consideran como el gobierno de los pobres
contra los ricos; la falta de respeto sobre las leyes, etc.
Por último con el uso histórico se trata de considerar qué lugar ha
ocupado la democracia en los distintos sistemas. La etapa puede ser
FI
regresiva (si produce una degeneración), progresiva (si hay un
perfeccionamiento) y cíclica (cuando todas las etapas retornan al
principio).
El método democrático es el acuerdo institucional para la toma de
decisiones políticas, que logra el bien común. Cabe aclarar que no existe
nada que satisfaga las necesidades de todos los individuos en una
sociedad, pero el bien común supone la satisfacción de necesidades de
la mayoría de estos individuos. Es por esto que deberíamos hablar de
“voluntad de la mayoría” y no de la “voluntad del pueblo”.
Pueden reconocerse diversos tipos de democracia, nosotros nos
centraremos en algunos de ellos:
1
GRIJALBO, Diccionario Enciclopédico. Ediciones GRIJALBO S.A. Última edición en Toledo:
setiembre de 1990.
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1. democracia directa, en la cual el pueblo reunido delibera y toma las
decisiones que van a regular la vida en sociedad;
2. democracia semidirecta, dónde el pueblo también se expresa en
circunstancias particulares, pero a través del plebiscito (pueblo elige “por
sí” o “por no” sobre una propuesta), el referéndum (pueblo concede o no
concede la aprobación de una norma), la iniciativa popular (un grupo de
ciudadanos puede proponer sanción o derogación de una ley) o la
destitución popular (ciudadanos pueden destituir a un representante
electo antes de finalizado su mandato);
3. democracia indirecta o representativa. Aquí el pueblo se limita a elegir
representantes para que estos tomen las decisiones de forma jerárquica.
OM
Dicha elección debe ser libre, pero también es preciso que los intereses
personales sean representables. Es decir, se trata de un sistema
democrático débil cuando se apoya al partido político sin sustento firme;
se trata de sistema democrático fuerte cuando los partidos políticos
aportan respuestas a cuestiones sociales formuladas por los electores
mismos. Hoy en día es esta forma de gobierno la mayoritariamente
adoptada.
.C
4. democracia delegativa, se caracteriza por la utilización de prácticas no
formalizadas como el clientelismo, el patrimonialismo y la corrupción,
que ocupan el lugar de las instituciones políticas. Se basan en que la
persona que gana la elección presidencial está autorizada a gobernar
DD
como crea conveniente; los presidentes conciben a las instituciones
como un estorbo, aparece la accountability (gobernantes deben rendir
cuenta de su gestión y responsabilizarse por ella) como un mero
impedimento. Es más democrática, pero menos liberal que la anterior (la
representativa); aquí luego de la elección se espera que los votantes
LA
vuelvan a ser una audiencia pasiva pero complaciente con el actuar del
presidente electo.
5. democracia deliberativa, que pone énfasis sobre el proceso de
deliberación o debate, y no tanto en las votaciones;
6. democracia social, que reconoce a las organizaciones de la sociedad
FI
civil como sujetos políticos;
7. democracia real, dónde el poder se divide constitucionalmente en
múltiples funciones o ámbitos territoriales y se establecen sistemas de
control, contrapesos y limitaciones que llevan a la conformación de tipos
de mayorías, a la preservación de las minorías y a garantizar los
derechos humanos de la sociedad.
8. democracia liberal, en la cual los individuos pueden elegir y ser electos
(sufragio universal); se protege el derecho de propiedad; la constitución
limita los poderes, controla y constituye un Estado de Derecho; existe
libertad de expresión, de asociación y de prensa; y hay plena vigencia
de los derechos humanos. Por lo mencionado anteriormente, algunos
han definido a la democracia liberal como “la regla de la mayoría con
derechos para las minorías”.
9. socialdemocracia, en la que se recurre a la regulación estatal y a la
creación de programas para atenuar o eliminar las desigualdades e
injusticias sociales causadas por el capitalismo. Tiene su apoyo en el
sufragio universal, en la justicia social y en un tipo de Estado, el”Estado
de Bienestar”; entre otros tipos.
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Cabe aclarar que estas diferenciaciones no se presentan en forma pura, puesto
que los sistemas democráticos suelen tener componentes de unas y otras
formas de democracia.
DEMOCRACIA Y DERECHOS HUMANOS
Una de las características sobresalientes y revolucionarias del Derecho
contemporáneo ha sido la internacionalización de los derechos humanos, que
hasta la Segunda Guerra Mundial era de estricta competencia del Derecho
OM
interno o “dominio reservado”.
A pesar de diversos esfuerzos y proposiciones que se formularon en la
entreguerra para la creación de medios internacionales de protección a los
derechos humanos, no fue sino como reacción a la era nazi y en cierta medida
al stanilismo que se admitió el carácter internacional de éstos derechos.
.C
En la Carta de las Naciones Unidas los Estados parte se comprometen
con la Organización para el logro de estos fines.
Articulo 55 (de la Carta mencionada): Con el propósito de crear las
DD
condiciones de estabilidad y bienestar necesarias para las relaciones
pacíficas y amistosas entre las naciones, basadas en el respeto al
principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los
pueblos, la Organización promoverá (…) c) el respeto universal a los
derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer
distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión, y la efectividad de
LA
tales derechos y libertades.
Artículo 56: Todos los Miembros se comprometen a tomar medidas
conjunta o separadamente, en cooperación con la Organización, para la
realización de los propósitos consignados en el Artículo 55.
FI
En ese mismo ámbito se adoptó la Declaración Universal de Derechos
Humanos (1948), la IX Conferencia Internacional Americana, la Declaración
Americana de los Derechos del hombre y el Ciudadano; entre otras.
Desde entonces se ha desarrollado una intensa actividad normativa,
política, judicial y administrativa en la esfera internacional con el objeto de
promover, garantizar y respetar los derechos humanos. Han sido proclamados
no menos de treinta declaraciones, y puestos en vigencia alrededor de setenta
tratados relacionados con los mismos. Se han insaturado, también, diversos
mecanismos individuales que facultan a los particulares a acudir a instancias
internacionales a fin de denunciar directamente y por sí mismos a los Estados
si eventualmente violasen los derechos humanos; además de muchas más
instituciones internacionales relacionados con la materia.
Es un tema que claramente interesa ala comunidad internacional como un
todo, porque expresa valores superiores al Estado, como los son los inherentes
a la personalidad y dignidad humana; ya que el irrespeto de éstos derechos
afecta negativamente el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales y
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porque puede además considerarse como una obligación incorporada al
Derecho internacional contemporáneo y en cierta medida al Derecho
consuetudinario.
Este hecho sustenta la primera dimensión internacional que puede
reconocerse en los principios democráticos, que se deduce de la vinculación
existente entre la democracia y los derechos humanos. Vinculación que puede
detectarse en la proclamación universal de los derechos políticos, por lo cual es
necesario detenerse sobre el recíproco condicionamiento existente entre la
vigencia de la democracia y el respeto a los derechos humanos. Para tal fin se
formula la siguiente proposición: “sin democracia no hay derechos humanos
OM
y sin derechos humanos no hay democracia”.
“Sin democracia no hay derechos humanos”. Refiere a que no hay
personas libres sin la existencia de un Estado libre y el Estado solo es libre
cuando se edifica sobre un pueblo libre.
La democracia ofrece, en lo político, características sin las cuales
.C
determinados derechos humanos están irremediablemente vulnerados.
La democracia entraña que el pueblo decide sobre su destino. Siendo el
gobierno el fruto de la voluntad de la mayoría y periódicamente la consulta
DD
electoral determina quienes han de ser los encargados de gestionar los
asuntos públicos. En un sistema democrático el gobierno es exclusivamente
por el respaldo de la mayoría y de perder ese respaldo en el curso de su
gestión la voluntad popular tiene abierta la posibilidad de pronunciarse para
reorientar la dirección del Estado.
LA
Cuando una minoría se arroga la potestad de adueñarse del poder,
mantenerse en el mismo sin el apoyo de la voluntada popular significa un
cuadro de violación a los derechos humanos. Se viola el derecho a elegir y ser
elegido y además hay una imposición opresiva de una minoría que rompe el
FI
principio de la igualdad de derechos; por lo cual no puede mantenerse mucho
tiempo sino es a través de la desesperanza, el miedo, la amenaza la opresión.
Ello no obsta que dentro de un régimen no democrático no puedan
hacerse avances dentro de ciertos campos específicos de los derechos
humanos, como por ejemplo la prohibición de la tortura y el derecho a un
proceso regular. Pero eso no cambia el fondo de la apreciación.
Los derechos humanos son en buena medida la razón de ser de la
democracia, cuyo funcionamiento no es concebible dentro de un cuadro de
desconocimiento sistemático de aquellos derechos. La minoría no está obligad
a soportar todo lo que la mayoría quiera arbitrariamente, ya que la misma, la
democracia, reconoce el derecho a discernir. La dinámica de una gestión
democrática debe ser llevada a delante por la mayoría (desde el gobierno) y
por la minoría (desde la oposición). La democracia está llamada a funcionar
como un proceso de codeterminación del pueblo, que es precisamente el
llamado a decidir periódicamente cual es la orientación que ha de predominar
en la interacción mayoría – minoría.
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Los principios enunciados no implican que en una democracia no se
incurra en violaciones de los derechos humanos ni que el hecho de que éstas
ocurran desnaturalice necesariamente el régimen democrático. Por el contrario,
esas transgresiones pueden representar la ocasión para poner de manifiesto
un nuevo elemento que vincula vigorosamente a la democracia con los
derechos humanos.
Aunque la democracia se expresa formalmente en un Estado de
Derecho. En éste supone la supremacía de la ley a la cual tiene que someterse
por igual gobernantes y gobernados. Fuera de ese contexto, la acción del
poder público tenderá a la opresión.
OM
El Estado de Derecho por una parte debe suministrar a todo aquel cuyos
derechos se vean ofendido, recursos para recuperar su plenos goce y
establecer las responsabilidades a las que haya lugar; por otro lado imponer
límites a las acciones del gobierno encaminados definir restricciones al ejercicio
de los derechos humanos. Aunque si eventualmente hubiera restricciones
deben ser del producto de leyes aprobadas por un parlamento
.C
democráticamente elegido.
La vinculación democracia – derechos humanos, tiene también,
expresión concreta en los textos internacionales que definen los derechos
DD
políticos, como es el caso del artículo 21 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos.:
1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de
su país, directamente o por medio de representantes
libremente escogidos.
LA
2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones
de igualdad, a las funciones públicas de su país.
3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del
poder público; esta voluntad se expresará mediante
elecciones auténticas que habrán de celebrarse
FI
periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto
secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la
libertad del voto.
Con ligera variantes se encuentra el artículo 20 de la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, en el artículo 25 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, por el artículo 23 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos; etc.
Estos textos se tornan en una suerte de proclamación universal de
derechos políticos, que consisten en el derecho a elegir y se electo, a tener
acceso en condiciones de igualdad a participar en el gobierno y a tener
elecciones auténticas, libres, periódicas y con voto secreto e igual. Es difícil
imaginar como podrían ejercerse semejantes derechos fuera de un régimen
democrático.
Todo esto configura una vinculación conceptual profunda e indisoluble
entre la democracia y los derechos humanos, de tal modo que en la medida
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en que el orden internacional actual reconoce la promoción y la defensa
universales de tales derechos, es también legítimo propiciar medios para la
promoción y la defensa internacionales de la democracia.
DEMOCRACIA REPRESENTATIVA EN EL SISTEMA INTERAMERICANO
Una característica destacada del sistema interamericano es su
adhesión doctrinaria a la democracia representativa, presupuesto esencial
para la cabal observancia de los derechos humanos.
OM
La Carta de la OEA en artículo 3 dispone lo siguiente: “Los Estados
americanos reafirman los siguientes principios (…); d) La solidaridad de los
Estados americanos y los altos fines que con ella se persiguen, requieren la
organización política de los mismos sobre la base del ejercicio efectivo de la
democracia representativa”. En consonancia con ello, la Carta y la
Convención Americana de los Derechos Humanos reafirma “el propósito
.C
de consolidar en éste continente, dentro del cuadro de las instituciones
democráticas, un régimen de libertad personal y de justicia social, fundado
en respeto de los derechos esenciales del hombre”. La misma convención
prohíbe “excluir otros derechos y garantías que son inherentes al ser humano
DD
o que se derivan de la forma democrática representativa en el gobierno”
(artículo 29.c).
Desde el punto de vista jurídico, el principio democrático ha sido
invocado a menudo para orientar la interpretación de la Convención
LA
Americana, especialmente cuando se trata de definir el alcance de las
limitaciones que ella misma autoriza para los derechos protegidos,
limitaciones cuya legitimada está en cuestión fuera del apego a los valores
democráticos. Es así que estas restricciones sólo pueden emanar
legítimamente por los órganos legislativos constitucionalmente previstos y
FI
democráticamente elegidos; lo cual implica el principio de legalidad, las
instituciones democráticas y el Estado de Derecho son inseparables.
En el mismo sentido conceptos como los “orden público” o “bien
común” son fundamento para las limitaciones a los derechos humanos,
deben ser objeto de una interpretación estrictamente ceñida a las exigencias
justas de una sociedad democrática. La suspensión de garantías autorizada
por la Convención en situaciones de emergencia carece de legitimidad
cuando se utiliza para atentar contra la democracia.
Entre los derechos humanos figura el de vivir en democracia, si bien el
derecho de elegir ser elegido figura entre los derechos democrático también
figura entre los individuales que e enmarcan dentro de los derechos
humanos. Por ende la democracia no puede ser ejercida individualmente
sino que tiene que ser por la colectividad como un todo. Es u problema
parecido al que se entabla respecto a ala autodeterminación, derecho
ejercitable sólo colectivamente. Éstos derechos por su naturaleza son
considerados como “derechos de los pueblos”.
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La democracia (como autodeterminación) es un presupuesto para la
vigencia de los derechos humanos, por lo que es más que un derecho y una
condición necesaria pero no suficiente para el disfrute de tales derechos.
Puede así concluirse que existe una sólida base jurídica para adoptar y
aplicar mecanismos internacionales para la promoción y protección de la
democracia.
La repercusión práctica de estos principios en el ámbito político, sin
embargo ha sido limitada y contradictoria. Ha habido caso en el que la OEA
ha promovido acciones concretas frente a regimenes apartados de los
OM
valores democráticos. Dejando de lado, las sanciones aplicada al gobierno
revolucionario de Cuba que tenían otras connotaciones. Puede citarse,
también, el caso de Nicaragua en las postrimerías del régimen somocista, en
la cual la XVII Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores
procuró establecer las condiciones para la transición hacia la democracia en
ese país. La Resolución II de dicha conferencia pidió el reemplazamiento
inmediato y definitivo del régimen somocista y la garantía de los derechos
.C
humanos de los nicaragüenses.
En la experiencia más reciente las gestiones internacionales más
notorias encaminadas a establecer la democracia en los Estados
Americanos, se han cumplido más bien de una manera informal fuera del
DD
marco institucional de la OEA. Ese ha sido el caso de las gestiones del
Grupo Andino, del Grupo de Contadora, del Grupo de los Ocho y de los
acuerdos de paz centroamericanos.
Es asimismo notorio el fracaso de la OEA y su tímida actuación en el
LA
caso de Panamá de 1989 a raíz de la anulación de la elección presidencial
de dicho año. En efecto junto con una proclamación inequívoca del principio
democrático y una censura a los abusos del régimen de Noriega, se aludió
repetidas veces al principio de no intervención en términos que no sólo se
dirigían a objetar acciones unilaterales inaceptables, sino que también
FI
limitaban de manera general la capacidad de acción multilateral de la misma
OEA. En éste ámbito la actuación de la misión de buenos oficios que designó
de la Reunión de Consulta fue en vano. Y pese al enunciado de tales
principios y críticas lejos de contribuir a una solución concluyó en la posterior
intervención.
Ésta vacilación que implica un retroceso y un contraste frente a la más
enérgica actitud asumida frente al régimen somocista, podría encontrar
nuevos argumentos a la luz de la reforma de la Carta aprobada en
Cartagena de Indias en 1985, cuyo artículo 2 literal b) define lo siguiente:
“Promover y consolidar la democracia representativa dentro del respeto al
principio de no intervención”. Dicha expresión puede funcionar como pretexto
para frenar la acción de la Organización.
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LA NO INTERVENCIÓN COMO LÍMITE A LA DEFENSA INTERNACIONAL
DE LA DEMOCRACIA
La no intervención ha sido de los más discutidos pero también de los
más apreciados principios en el sistema interamericano. Su reconocimiento
teórico por EE.UU. a través de la presidencia de Franklin D. Roosevelt abrió
el camino para la organización actual de dicho sistema. Por lo cual la
violación recurrente de ese principio debilita y desnaturaliza a la OEA.
Artículo 19 de la Carta de la OEA enuncia la no intervención:
“Ningún Estado o grupo de Estados tiene derecho de intervenir, directa o
OM
indirectamente, y sea cual fuere el motivo, en los asuntos internos o externos
de cualquier otro. El principio anterior excluye no solamente la fuerza armada,
sino también cualquier otra forma de injerencia o de tendencia atentatoria de
la personalidad del Estado, de los elementos políticos, económicos y
culturales que lo constituyen”.
.C
Esta prohibición absoluta de intervención se ve complementada por un
procedimiento para la solución pacifica de controversias y por un sistema
regional de seguridad colectiva que es invocable frente a cualquier hecho o
situ8ación que eventualmente ponga en peligro la paz de América.
DD
Pero la historia del sistema interamericano muestra la precariedad que
en la práctica ha tenido ese marco institucional, ya que rara vez se ha
acudido a la OEA para solucionar controversias y el sistema de seguridad
colectiva funciona en la medida en que éste sea de beneficioso para EE.UU.,
LA
que ha usado diversos argumentos para desconocer la no intervención en
numerosos casos.
Respecto a esto el protocolo de Cartagena de Indias que reformó
la Carta de la OEA, introdujo algunas modificaciones referentes a ese marco
FI
institucional. Así el procedimiento de solución de controversias que fue
modificado en la en los artículos 84 a 87 de la Carta reformada:
Artículo 84: Con arreglo a las disposiciones de la Carta, cualquier
Parte en una controversia en la que no se encuentre en trámite
ninguno de los procedimientos pacíficos previstos en la Carta, podrá
recurrir al Consejo Permanente para obtener sus buenos oficios. El
Consejo, de acuerdo con lo establecido en el artículo anterior, asistirá
a las Partes y recomendará los procedimientos que considere
adecuados para el arreglo pacífico de la controversia.
Artículo 85: El Consejo Permanente, en el ejercicio de sus funciones,
con la anuencia de las Partes en la controversia, podrá establecer
comisiones ad hoc.
Las comisiones ad hoc tendrán la integración y el mandato que en
cada caso acuerde el Consejo Permanente con el consentimiento de
las Partes en la controversia.
Artículo 86: El Consejo Permanente podrá, asimismo, por el medio
que estime conveniente, investigar los hechos relacionados con la
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controversia, inclusive en el territorio de cualquiera de las Partes,
previo consentimiento del Gobierno respectivo.
Artículo 87: Si el procedimiento de solución pacífica de controversias
recomendado por el Consejo Permanente, o sugerido por la respectiva
comisión ad hoc dentro de los términos de su mandato, no fuere
aceptado por alguna de las Partes, o cualquiera de éstas declarare
que el procedimiento no ha resuelto la controversia, el Consejo
Permanente informará a la Asamblea General, sin perjuicio de llevar a
cabo gestiones para el avenimiento entre las Partes o para la
reanudación de las relaciones entre ellas.
OM
La no intervención fue, por su lado, reforzada de acuerdo a lo establecido
en el artículo 1: Los Estados Americanos consagran en esta Carta la
organización internacional que han desarrollado para lograr un orden de paz
y de justicia, fomentar su solidaridad, robustecer su colaboración y defender
su soberanía, su integridad territorial y su independencia. Dentro de las
Naciones Unidas, la Organización de los Estados Americanos constituye un
organismo regional.
.C
La Organización de los Estados Americanos no tiene más facultades que
aquellas que expresamente le confiere la presente Carta, ninguna de cuyas
DD
disposiciones la autoriza a intervenir en asuntos de la jurisdicción interna de
los Estados miembros.
Mientras que el articulo 2 literal b) establece “promover y consolidar
la democracia representativa dentro del respeto al principio de no
intervención”. Respecto a éste mismo tema el artículo 3 con su nuevo literal
LA
e) estableció que: “todo Estado tiene derecho a elegir, sin injerencias
externas, su sistema político, económico y social, y a organizarse en la forma
que más le convenga, y tiene el deber de no intervenir en los asuntos de otro
Estado. Con sujeción a lo arriba dispuesto, los Estados americanos
cooperarán ampliamente entre sí y con independencia de la naturaleza de
FI
sus sistemas políticos, económicos y sociales”.
Frente a tales formulaciones, ¿cuáles son los límites que la no
intervención fija a la promoción y defensa internacionales de la democracia?
Para determinar en que momento una acción viola la no intervención
es necesario analizar dos extremos: la acción en sí misma y la materia a la
cual se refiere.
Comenzando por éste último aspecto, la no intervención se opone a la
acción de uno o varios Estados y de las organizaciones internacionales sobre
materias que dependan esencialmente de la jurisdicción interna de otro
Estado
La no intervención, por lo tanto, no se opone a las acciones
internacionales referentes a eventos que acaezcan dentro de la jurisdicción
de un Estado. Lo que está vedado es la intervención en asuntos que
dependan estrictamente de esa jurisdicción. Lo que no ocurre cuando se
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ponen en marcha acciones encaminadas a exigir el cumplimiento de
obligaciones internacionales siempre que dichas acciones de ajusten a los
medios y procedimientos establecidos por el Derecho internacional.
La cuestión, entonces, es si en el marco del sistema interamericano de
la organización política sobre la base del ejercicio efectivo de la democracia
representativa, este es un hecho que depende exclusivamente del Derecho
interno o un tema que interesa a la región como un todo y que autoriza
adoptar medidas concreta destinadas a promover, preservar y consolidar la
democracia (siempre dentro del marco institucional de la OEA).
OM
La no intervención es un principio capital en el Derecho y en las
relaciones internacionales del presente; es una condición de paz y además
es la expresión de igualdad soberana entre los Estados y la garantía de la
autodeterminación de los pueblos.
La autodeterminación de los pueblos es el derecho a establecer
libremente su condición política y proveer asimismo a su desarrollo
.C
económico, social y cultural. Lo cual constituye una expresión de soberanía
popular así como de la superioridad de la persona sobre el poder público
reconocido universalmente hoy día. No puede este tema desvincularse de la
internacionalización de los derechos humanos, ya que la autodeterminación
DD
es el presupuesto de vigencia de los derechos humanos.
Puede concluirse que, la autodeterminación, no es un derecho de los
pueblos sino de los Estados, al lo que hay que hacer dos observaciones:
1. No existe norma ni principio e el Derecho internacional que autorice al
LA
Estado a organizarse de forma tal que vaya en contra de los derechos
humanos (entre éstos los derechos políticos). En consecuencia toda
disposición relativa selección de la forma de gobierno debe ser una
que resulte compatible con el ejercicio y goce plenos de esos
derechos.
FI
2. Es el pueblo quien a través del gobierno que elige libremente, y no el
gobierno por encima del pueblo el que ejerce el derecho de todo
Estado a elegir si interferencias externas su sistema político,
económico y social y a organizarse en la forma que más le convenga.
En lo anteriormente mencionado, se explica por el contexto continental
donde se ha recurrido a los más diversos pretextos para violar la no
intervención y la cual también ha sido usada con desmesura para sostener
tiranías que suprimen en la práctica el derecho del pueblo a
autodeterminarse y elegir libremente. Hoy en día tales concepciones pueden
considerarse superadas por la proliferación de vastas convenciones sobre
derechos humanos.
Es claro que actualmente la no intervención no puede ser usada para
oponerse a la puesta en marcha de procedimientos establecidos por la
comunidad internacional para la promoción y protección de los derechos
humanos, la violación de tales derechos, también, es violar el Derecho
internacional.
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¿Tiene la democracia el mismo rango que los derechos humanos
frente al llamado dominio reservado de los Estados? De acuerdo las
consideraciones anteriores habría una respuesta afirmativa, tanto por el
estrecho vínculo entre la democracia y los derechos humanos como por la
expresa e inequívoca adhesión del sistema interamericano a los valores
democráticos. En este contexto afirmar que la democracia representativa es
una cuestión que depende exclusivamente de cada Estado y que no interesa
a la OEA, equivaldría a no tener por escrito varias disposiciones de la Carta y
de otros instrumentos fundamentales del sistema interamericano donde se
proclama expresamente el régimen democrático.
OM
En el sistema interamericano están vigentes los principios de no
intervención y el democrático pero no puede pretenderse la utilización de uno
mientras que se desconoce el otro. Es ilícito sostenerse en una eventual
buena intención referente a la democracia para justificar la intervención de un
Estado sobre otro, aunque también es ilegítimo escudarse en la no
intervención para frenar el accionar de la OEA; que pretende el cumplimiento
de las obligaciones de los Estado miembros.
.C
Dadas estas consideraciones es que debe interpretarse la disposición
de la Carta, que persigue la promoción y consolidación de la democracia
representativa dentro del respeto al principio de no intervención. En el mismo
DD
sentido, también está el derecho de los Estado elegir su propio sistema de
gobierno (artículo 3.e de la Carta) que sólo tiene sentido si la voluntad del
pueblo se expresa libremente.
La promoción de la democracia no atenta contra la no intervención, lo
LA
que puede atacar éste ultimo principio es el método que se utilice para
alcanzar dicho fin, la democracia.
Respecto a esto las acciones unilaterales que se han emprendido en
los últimos años en nombre de los valores democráticos están reñidas con la
FI
no intervención y con el sistema jurídico regional. No hay nada que autorice a
un Estado a imponer por su cuenta medidas coercitivas de distinto tipo, ya se
por buenas intenciones, bajo la excusa de hacer respetar la democracia.
Pero si son legítimos y no atentan contra la no intervención las
medidas que puedan adoptarse dentro del marco de la OEA para hacer
frente a las violaciones en las que eventualmente pudieran incurrir los
Estados miembros contra los valores democráticos consagrados en el
sistema interamericano.
GOLPES DE ESTADO EN EL SIGLO XX EN URUGUAY
Durante el siglo XX varias veces hubo gobiernos fuera de las leyes
constitutivas del país. La primera vez en este siglo fue en el año 1933, el
presidente del país Doctor Gabriel Terra disuelve el Parlamento. Luego en el
10
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año 1973 el presidente Juan María Bordaberry disuelve el Parlamento por
decreto.
A esta forma de gobernar se les denomina Dictadura; en la que el poder
es ejercido por una persona o grupo de personas que eliminan la división de
poderes del Estado y suprimen o restringen los derechos de los habitantes y
gobiernan por vía de decreto.
El 31 de marzo de 1933 el entonces presidente, Gabriel Terra, disuelve
las cámaras y cesa en sus cargos a los integrantes del Consejo Nacional de
Administración, provocando el primer golpe de estado del siglo XX en el
OM
Uruguay. Las persecuciones y detenciones políticas comienzan ese mismo día,
al igual que el trágico episodio dónde el ex presidente y consejero de la
República, Baltasar Brum, se suicida, marcando así, su posición contraria al
quiebre institucional.
En este período, la transición a la democracia se dio con la Reforma
Constitucional de 1934, y en marzo de 1938 se dan las elecciones nacionales,
.C
en las cuales no asisten ni el Nacionalismo Independiente, ni el Batllismo; y
resulta electo presidente constitucional Alfredo Baldomir el 19 de julio de ese
mismo año.
DD
Desde el 27 de junio de 1973, hasta el 28 de febrero de 1985 se sucedió
la dictadura cívico-militar uruguaya, período de gobierno surgido tras el Golpe
de Estado del 73. El mismo estuvo marcado por la prohibición de partidos
políticos, ilegalización de los sindicatos y medios de prensa; persecución,
encarcelamiento y asesinato de los opositores. Fue la consecuencia de la
LA
disolución de las cámaras por parte del entonces presidente Juan María
Bordaberry, con el apoyo de las Fuerzas Armadas; a su vez creó un Consejo
de Estado con funciones administrativas, legislativas y de otras índoles.
Los derechos humanos comenzaron a verse progresivamente perjudicados;
quedaron archivados, igual que la Constitución, que constituye su máximo
FI
garante. La Constitución de 1967 (la que regía en el país hasta el quiebre)
establecía en el artículo. 7 lo siguiente: "Los habitantes de la República tienen
derecho a ser protegidos en el goce de su vida, honor, libertad, seguridad,
trabajo y propiedad. Nadie puede ser privado de estos derechos sino conforme
a las leyes que se establecieren por razones de interés general".
En1980, el gobierno militar propone un plebiscito para modificar la
Constitución y legitimar al gobierno de facto. El cual fue rechazado por casi un
57% de los votos válidos, lo que abriría una puerta de paso a la democracia
junto con el Pacto del Club Naval.
En 1984 se acordó este Pacto, en el cual se trató la transición al período
democrático. Quienes participaron del mismo, fue el Frente Amplio, Partido
Colorado, la Unión Cívica y Gregorio Álvarez como representante de las FFAA.
Como consecuencia del acuerdo se convocó a elecciones nacionales el 25 de
noviembre de ese año, por las cuales se elige como presidente constitucional a
Julio María Sanguinetti, quien asume el 1º de marzo de 1985.
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Al asumir la nueva legislatura se aprobó rápidamente una ley de indulto
a los presos políticos encarcelados en el Uruguay, entre los que había
personas que habían cometido crímenes de sangre. De esta forma todos los
presos políticos fueron liberados. Sin embargo, debe destacarse que la
amnistía no fue directa para quienes estaban condenados por delitos de
homicidio. En estos casos, se los excarceló provisionalmente y se dispuso la
revisión de sus causas penales por los Tribunales de Apelaciones en lo Penal,
pertenecientes a la justicia ordinaria, a los efectos de dictar una nueva
sentencia. Se estableció que debía computarse por tres cada día pasado en
prisión, a los efectos de la nueva pena, en atención a las reconocidas
condiciones inhumanas de prisión padecidas. Esto, sumado a los largos años
OM
de reclusión que todos ellos habían sufrido, determinó que en ningún caso se
produjera la vuelta a prisión de quienes estaban en esta situación.
En diciembre de 1986 se dictó la ley 15.848 de la Caducidad de la
Pretensión Punitiva de Estado que consagra la impunidad de los delitos de
violación de los derechos humanos y de terrorismo de estado durante la
dictadura.
.C
En los años siguientes se llevó a cabo una campaña de recolección de
firmas para derogar esa Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva de Estado
(popularmente conocida como "ley de caducidad"). El 16 de abril de 1989,
DD
luego de que más de un 25% de la ciudadanía uruguaya habilitara con su firma
el plebiscito para derogar dicha ley, se llevó a cabo el referéndum, con un
triunfo del llamado "voto amarillo" (por el color de la papeleta) con un margen
de 57% contra 43% a favor del "voto verde". El triunfo del "voto amarillo"
significó no derogar la ley de caducidad.
LA
Actualmente, también se llevó a cabo una campaña para anular dicha
ley, en las cuales se juntaron firmas y el plebiscito salió en contra de la
anulación de la ley, puesto que el 52% de los habilitados no votó a favor de la
papeleta rosada (por el “SI”).
FI
CONCLUSIÓN:
El tema de la democracia puede tener varias posiciones u opiniones
pero nosotros concluimos que la democracia más que un derecho humano
es un elemento garante de los mismos, ya que hay una relación estrecha y
recíproca entre ambos; sin democracia no hay derechos humanos y sin
derechos humanos no hay democracia. Éste es un principio fundamental,
pese a contadas excepciones, ya que el régimen de mayor exponencia,
garantía y salvaguarda de los derechos humanos siempre es en un Estado
democrático. En el cual se actúa de acuerdo a la voluntad general del pueblo
siempre y cuando se mantenga un respeto a la oposición, ya que la misma
en un régimen democrático acorde a derecho funciona como medio de
control al gobierno de turno, para que sean respetados tantos derechos
fundamentales básicos como cualquier reglamento ordinario de tipo legal.
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Si bien desde el punto de vista teórico supone una forma de gobierno
representativa donde el pueblo elige por sus convicciones, desde el punto
de vista práctico habría que ver si realmente es así. Puesto que muchas
veces los individuos no cuentan con la información necesaria para forjar una
opinión estable o clara, ya que por ejemplo muchas veces tanto los medios
de comunicación y grupos de presión influyen sobre los individuos quienes
están inmersos en un ámbito político al cual no están acostumbrados y por
ende son vulnerables a su inclinación política al momento de elegir.
OM
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