La ética del epicureísmo
INTEGRANTES:
HEIDY LEÓN
LAURA TORRES
MERLÍN SAAVEDRA
DANIELA SAAVEDRA
LORENA MARTÍNEZ
GRADO: 10-4
LIC: GLORIA AYALA
¿ Q ES EL EPICUREÍSMO?
Epicuro afirmó que es bueno todo lo que produce placer, pues el placer, según él, es el principio y el fin de una vida feliz. Pero
para que el placer sea real debe ser moderado, controlado y racional.
Epicuro definió el placer como la satisfacción de las necesidades del cuerpo y la tranquilidad del alma. El ser humano está
compuesto de cuerpo y alma, y los placeres del alma son superiores a los del cuerpo. En su opinión, la paz interior puede
alcanzarse al reducir las necesidades del cuerpo y acabar con las inquietudes y temores. La ética epicúrea dice que para vivir
una vida feliz, es muy importante superar el miedo a la muerte; Epicuro dijo "La muerte no nos concierne, pues mientras
existimos, la muerte no está presente y cuando llega la muerte, nosotros ya no existimos"
Para el epicureísmo, lo malo es todo aquello que le produce dolor al ser humano. Son las cosas que nos hacen o nos afectan en
el sentido espiritual y corporal, Epicuro señaló que el placer no tiene que ser necesariamente un placer sexual, sino también
algo que nos produzca placer el hacerlo, como: respirar tranquilamente en el campo o tomar helado, pero sobre todo los
placeres espirituales como la música de calidad o un buen libro también.
El epicureísmo es un movimiento filosófico que abarca la búsqueda de una vida feliz mediante la búsqueda inteligente de
placeres, la ataraxia (ausencia de turbación) y las amistades entre sus correligionarios. Fue enseñada por Epicuro de Samos,
filósofo ateniense del siglo IV a. C. (341 a. C.) que fundó una escuela llamada Jardín y cuyas ideas fueron seguidas por otros
filósofos, llamados epicúreos.
Doctrina
El gusto, para el epicureísmo, no debía conformarse al cuerpo, como preconizaba el hedonismo cirenaico,
sino que debía ser también intelectual. Además, para Epicuro la presencia de placer o felicidad era un sinónimo
de la ausencia de dolor o de cualquier tipo de aflicción: el hambre, la tensión sexual, el aburrimiento, etc. Era
un equilibrio perfecto entre la mente y el cuerpo que proporcionaba la serenidad o ataraxia.
Según Adolfo Sánchez Vázquez, «el epicúreo alcanza el bien, retirado de la vida social, sin caer en el temor a
lo sobrenatural, encontrando en sí mismo, o rodeado de un pequeño círculo de amigos, la tranquilidad de
ánimo y la autosuficiencia»
En la q se divide en 3 q son :
Los placeres y sufrimientos
Los placeres del cuerpo y los del alma
La razón
Finalidad
Los placeres y sufrimientos:
Los placeres y sufrimientos
Para Epicuro, los placeres y sufrimientos son consecuencia de la realización o impedimento de los apetitos. Epicuro distingue entre tres clases de
apetitos, por tanto placeres:
Los naturales y necesarios, como alimentarse, abrigo y el sentido de seguridad, que son fáciles de satisfacer.
Los naturales pero no necesarios, conversación amena, gratificación sexual.
Los no naturales ni necesarios, la búsqueda del poder, la fama, el prestigio, dinero.
Los placeres del cuerpo y los del alma
Es importante aclarar que Epicuro no era dualista, es decir, no postulaba la oposición cuerpo-alma; el alma, igual que el cuerpo, es material y
está compuesta de átomos. También distinguía entre dos tipos de placeres, basados en la división del hombre entre dos diferentes pero unidos, el
cuerpo y el alma:
Placeres del cuerpo: aunque se considera que son los más importantes, en el fondo su propuesta es el equilibrio voluntario y consciente de estos
placeres, no su eliminación; no es posible conocer el placer si no se conoce el dolor, no se disfruta de un banquete si no se conoce el hambre.
Placeres del alma: el placer del alma es superior al placer del cuerpo: el corporal tiene vigencia en el momento presente, pero es breve, mientras
que los del alma son más duraderos y además pueden eliminar o atenuar los dolores del cuerpo.
La razón
Pese a que el placer es un bien y el dolor un mal, hay que administrar inteligentemente el placer y el dolor: en ocasiones debemos rechazar
placeres a los que les siguen sufrimientos mayores y aceptar dolores cuando se siguen de placeres mayores. La razón representa un papel
decisivo en lo que respecta a nuestra felicidad, nos permite alcanzar la total imperturbabilidad (ataraxia), la cual compara Epicuro «con un
mar en calma», cuando ningún viento lo azota y nos da libertad ante las pasiones.
La finalidad
La finalidad de la filosofía de Epicuro no era teórica, sino más bien práctica, que buscaba sobre todo procurar el sosiego necesario para una vida feliz y
placentera en la que los temores al destino, los dioses o la muerte quedaran definitivamente eliminados.
Para ello se fundamentaba en una teoría empirista del conocimiento, en una física atomista inspirada en las doctrinas de Leucipo y Demócrito y en una
ética hedonista.
No había motivo para temer a los dioses porque estos, si bien existen, no pueden relacionarse con nosotros ni para ayudar ni para castigar, y por tanto ni su temor
ni su rezo o veneración posee utilidad práctica. La muerte tampoco puede temerse, porque siendo nada, no puede ser algo para nosotros: mientras vivimos, no está
presente y cuando está presente, nosotros no estamos. Cuando el hombre se libere de sus falsos temores y elija racionalmente sus placeres, llegará a ser un buen
actor.
DIFUSIÓN EN EL TIEMPO
Entre los seguidores de las enseñanzas de Epicuro en la Antigua Roma figuran los poetas Horacio, cuya famosa declaración
Carpe Diem ("aprovecha el día") ilustra su filosofía, Virgilio y Lucrecio. El epicureísmo es una doctrina de un paganismo
típicamente laico y mediterráneo, y en este ámbito ganó gran número de seguidores que la consideraron una doctrina
verdadera que solucionaba todos los problemas.
Su escuela de pensamiento perduró largamente durante siete siglos tras la muerte de Epicuro; pero después fue casi relegada al
olvido al advenir la Edad Media, periodo en el que se perdió o fue destruida la mayoría de los escritos de este filósofo griego a
causa del rechazo que por sus ideas experimentó el Cristianismo, que no pudo adaptarlas a su sistema de creencias por la visión
cristiana del dolor. Por otra parte, el platonismo y el aristotelismo lo intentaron integrar con poco éxito.
FUENTES
Tres cartas y varias máximas de Epicuro que Diógenes Laercio reproduce en el libro X de su obra.
Un códice vaticano: el Gnomologium Vaticanum, descubierto en 1887 y que contiene 81 fragmentos breves.
Una biblioteca de papiros carbonizados encontrados en una casa de Herculano que contiene algunos fragmentos del epicúreo
Filodemo de Gadara y del propio Epicuro.
Obras de sus discípulos Filodemo de Gadara y Diógenes de Oinoanda, y las alusiones de los escritos del escéptico Sexto Empírico a las ideas
de Epicuro para rebatirlas o de Plutarco, Cicerón y Séneca para comentarlas.
La exposición de la doctrina de Epicuro realizada en el largo poema didáctico De rerum natura del romano Lucrecio