Este wikipedista es Marxista, sin aceptar las ortodoxias del PCUS, sin aceptar las ortodoxias de los académicos neoliberales que cantan la enésima "muerte de Marx".
Este wikipedista considera posible ser Leninista sin ser estalinista, sin repetir los viejos errores, leyendo al Lenin que sabía pensar en cada momento, sin prejuicios ni a prioris históricos, las circunstancias en que se desenvuelve toda acción individual.
Este wikipedista votó SÍ a la Europa de los derechos.
Este wikipedista está HARTO DE la Europa del capital
Este wikipedista está harto del neoimperialismo republicano, y del golpe de Estado que los USA quieren dar en la globalización
...como se dice en la más rigurosa ortodoxia, un medio de producción. Puede servir para algo, puede producir algo si le aplicamos fuerza de trabajo. Nuestro deber es proteger la propiedad común de este medio de producción.
Me entristece profundamente la mala calidad de los artículos sobre marxismo, empezando por el de Marx. Tengo la sensación de que algunos problemas (como el que envuelve el artículo sobre comunismo) son sencillamente irresolubles: en nuestro gloriado siglo XXI, se olvidó lo que todo eso significa. Si es que alguna vez se supo.
La primera frontera, ya sea que esté relacionada con una decadencia congénita que llaman vejez, envejecimiento, degradación, o con un accidente que rompe el hilo de la vida, la primera frontera es aquella donde, en efecto, la vida se acaba y tiene su desenlace. Pues bien, es evidente y siempre lo ha sido, que la situación del hombre se inscribe en lo siguiente, en que esta frontera no se confunde con la de la segunda muerte, que se puede definir con la fórmula más general diciendo que el hombre aspira a aniquilarse en ella para inscribirse en los términos del ser. La contradicción oculta, la gotita que hay que tragarse, es que el hombre aspira a destruirse allí donde se eterniza.
…fue su derrota la que le convenció de esta verdad: que hasta el más mínimo mejoramiento de su situación es, dentro de la república burguesa, una utopía; y una utopía que se convierte en crimen tan pronto como quiere transformarse en realidad. (…)
Al convertir su fosa en cuna de la república burguesa, el proletariado obligaba a ésta, al mismo tiempo, a manifestarse en su forma pura, como el Estado cuyo fin confesado es eternizar la dominación del capital y la esclavitud del trabajo.
Karl Marx, Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850